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Activistas de Greenpeace se manifiestan en Madrid contra la decisión de Trump.
Greenpeace reclama que en 2030 la electricidad venga de renovables

Greenpeace reclama que en 2030 la electricidad venga de renovables

Para lograr el objetivo, avisan, en 2025 debería haberse acabado con la quema de carbón y estar en fase de cierre las centrales nucleares

Alfonso Torices

Lunes, 5 de junio 2017, 15:42

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Greenpace reclamó hoy a Mariano Rajoy que el Gobierno español "lidere la revolución energética" que debe llevar al mundo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir con los Acuerdos de París, evitar que la temperatura media suba más de 1,5 grados este siglo, y poner freno al cambio climático.

El presidente de la organización en España, Mario Rodríguez, indicó hoy, Día del Medio Ambiente, que en los próximos meses vamos a comprobar si las palabras de Rajoy, que el jueves se alineó con los líderes de la UE en el compromiso de cumplimiento de los Acuerdos de París, en respuesta al portazo de Donald Trump, se corresponden con "los hechos".

El Ejecutivo debe entregar a sus socios antes de fin de año los objetivos de descarbonización de la economía para las próximas décadas y las medidas para conseguirlos, así como elaborar una ley de Cambio Climático y de Transición Energética. "El cambio climático -defendió Rodríguez- necesita una respuesta política firme y urgente, con objetivos y medidas en todos los sectores, especialmente el energético, máxime tras el desplante de Trump al resto del planeta".

Greenpeace considera que la clave del cumplimiento de los Acuerdos de París es que lo antes posible, y como fecha límite 2050, España cubra todas sus necesidades de energía, no solo la eléctrica, sino también los consumos industriales, domésticos y sobre todo del transporte (que en conjunto generan más del 70% del dióxido de carbono), con renovables. Algo que los estudios dicen, aseguró, es viable tanto desde el punto de vista técnico como económico.

Rodríguez llamó a la UE, pero sobre todo a España, a acelerar sus actuales metas. Cree que la hoja de ruta española debe garantizar que en 2030 el 45% de toda la demanda de energía del país y prácticamente el 100% de la producción de electricidad se cubre con fórmulas limpias. Su petición supone dar un notable empujón a las previsiones de Europa, que para esa fecha contempla que las renovables sean un 27% del consumo energético, aunque el Parlamento de Estrasburgo ya discute en este momento subir ese listón al menos al 35%.

En el caso de España, habría que reducir notablemente la dependendencia de los combustibles fósiles, pues las renovables deberían de pasar de cubrir el 16,7% de la energía al 45%. Solo en el ámbito de la producción eléctrica, el salto en estos trece años debería ser del actual 41% de generación limpia al 100%.

La organización considera indispensable para poder cumplir con estos objetivos en el caso de las eléctricas una planificación que en 2025 tuviese clausuradas las 15 térmicas de carbón en funcionamiento y en vía de cierre todas las nucleares, que sobre el papel concluyen su vida útil de 40 años entre 2020 y 2025, con las centrales de gas como "colchón" para asegurar la transición mientras el despliegue de las renovables es total.

De igual manera, para conseguir el 45% de energía limpia en 2030 hay que alcanzar una eficiencia energética del 55% con respecto a 2007 y liquidar no más tarde de 2025 la fabricación de vehículos diesel, que debería ser expulsados paulatinamente del centro de las ciudades.

Greenpeace insiste en que al final todo se reduce a "una apuesta política", que en el caso de España tiene que terminar con el "bloqueo" que el Gobierno impuso a las renovables desde 2012 -moratorias, impuesto al sol, fin de los incentivos-, y que hizo que en los últimos cuatro años no haya crecido apenas su capacidad de generación cuando entre 2007 y ese ejercicio aumentó del 22,7% casi el 40%.

La organización reclama un marco jurídico estable que favorezca la inversión en renovables, cuyos costes de instalación recordaron se han reducido entre un 60% y 80% en la última década, por lo que requerirá de muchos menos apoyos oficiales. Sus cuentas indican que el incremento de las renovables en España desde 2007 ha reducido entre 5.000 y 10.000 millones de euros la factura anual de importación de combustibles fósiles y que ha rebajado el precio mayorista de la electricidad en unos 4.000 millones de euros también en cada ejercicio.

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