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ideal.es
Lunes, 30 de enero 2017, 12:58
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El joven Elliot Stapleton Giddins, de 18 años, fue encontrado sin vida en el interior de su dormitorio en la localidad de Buckinghamshire, en Inglaterra. Contaba con un puesto de trabajo y en apariencia una vida ideal, pero decidió acabar con su vida sin facilitar explicaciones. El acto puede responder a una discusión mantenida con su madre días antes tras ella solicitarle a su hijo una cuantía de dinero en concepto de alquiler por su habitación.
La historia, revelada por The Sun, narra que la propia madre intentó acceder al habitáculo sin éxito. Una escalera se lo impedía. Sin embargo, pudo ver a su hijo colgado de una cuerda. Los dos vivían en un piso de cuatro habitaciones de las cuales dos se alquilaban a inquilinos por unos 500 euros. La mujer pidió 200 euros a su hijo para llevar a cabo un trato justo. Lo hizo a través de mensajes de texto.
Los investigadores ven en una depresión la causa de tal drástica decisión. La mujer ahora se arrepiente de no haber mantenido la conversación con él en persona. Aún así cree en otras posibles razones. No supe de lo mucho que estaba ganando, aunque trabajaba mucho. No lo hice por dinero sino para fomentar que fuese más responsable, concluyó.
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