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Oliver Law posa junto a un grupo de compañeros durante un alto en el combate.
El primer negro que mandó a blancos

El primer negro que mandó a blancos

El comandante estadounidense Oliver Law estuvo al frente de un batallón de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil. Pablo Iglesias le ha regalado a Obama un libro sobre su historia

borja olaizola

Miércoles, 13 de julio 2016, 01:40

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Se llamaba Oliver Law y pasó a la historia como el primer militar estadounidense negro que tuvo a su mando a un batallón de blancos. Law y los suyos no combatían bajo el pabellón de su país, sino en defensa de una bandera, la de la República española, que encarnaba para ellos unos ideales que trascendían las fronteras. Valores como el internacionalismo y la solidaridad entre los trabajadores, que aún conservaban entonces todo su brillo, habían adquirido un nuevo significado en el marco del levantamiento militar ocurrido en 1936 en España. Fueron casi 40.000 los voluntarios de medio centenar de países que siguieron el ejemplo de Law y se alistaron en las Brigadas Internacionales para luchar por la causa republicana.

  • sin supervivientes

  • Muere el último. Ninguno de los 2.800 estadounidenses que lucharon en la Brigada Lincoln sigue con vida. El último, Delmer Berg, murió el pasado mes de marzo en su casa de California a los 100 años.

  • Marcado. Berg reconoció antes de morir que su vida estuvo marcada por su lucha en España, donde resultó herido. Luego combatió con el Ejército de su país contra los japoneses en el Pacífico y se opuso a las guerras de Vietnam e Irak. Durante la caza de brujas de MacCarthy fue despedido de su trabajo.

La fugaz visita de Obama a España ha servido para refrescar la memoria sobre estos hombres: el líder de Podemos, Pablo Iglesias, regaló al presidente de EE UU un libro sobre la Brigada Lincoln con una dedicatoria que él mismo se encargó de airear: «Los primeros americanos que vinieron a Europa a luchar contra el fascismo fueron los hombre y las mujeres de la Brigada Lincoln. Por favor, transmita al pueblo americano la gratitud de los demócratas españoles por el ejemplo antifascista sentado por estos héroes. Entre ellos estuvo Oliver Law, el primer afroamericano que comandó tropas americanas. En memoria de estos héroes».

En la Brigada Lincoln se integraron los cerca de 2.800 estadounidenses que se trasladaron a España a combatir con los republicanos durante toda la contienda. Muchos de ellos pertenecían al Partido Comunista de EE UU, que fue el que denunció de forma más activa el levantamiento que se había producido en julio de 1936 en España. La causa de la República fue acogida con simpatía al otro lado del charco, aunque en realidad la movilización fue minoritaria. El presidente, Franklin D. Roosvelt, había decidido mantenerse al margen. EE UU no había adquirido aún el rango de superpotencia que le otorgó la II Guerra Mundial y seguía mirando más hacia dentro que hacia afuera de sus fronteras.

Oliver Law fue uno de los primeros estadounidenses que dio el paso de comprometerse con la causa republicana. Había nacido en Texas en 1900 y se había alistado en el Ejército en 1919. Sirvió durante seis años en un regimiento de infantería formado por soldados negros destinado en la frontera con México. Cuando lo dejó, trabajó en una planta de cemento, de taxistas, de estibador.... La depresión de 1929 le pilló cuando intentaba sacar adelante un pequeño restaurante: se arruinó y acabó siendo uno más de los millones de parados zarandeados por la sacudida. Law frecuentaba los círculos sindicales y empezó a asumir protagonismo en algunas de las movilizaciones de la época. La Policía de Chicago le detuvo varias veces, una de ellas como promotor de una manifestación contra la ocupación de Etiopía por parte de las fuerzas de Mussolini que reunió a cerca de 10.000 personas. Se afilió al Partido Comunista y se casó con la hermana de uno de sus principales dirigentes, el también afroamericano Claude Lightfoot.

Acabó en Brunete

La comunidad de color se había mostrado muy activa contra el nazismo y el fascismo. Las teorías sobre la superioridad de la raza blanca que empezaban a circular en la Alemania de Hitler habían hecho que se encendiesen las luces de alarma. Algunos de los mejores músicos negros de Harlem, entre ellos Count Basie o Fats Weller, habían participado en conciertos para recaudar fondos para la causa republicana. El alzamiento de los militares españoles era visto como el primer paso de la involución que amenazaba a Europa y por extensión al resto del mundo.

Law viajó a España en enero de 1937. Fue enviado a Albacete, donde las Brigadas Internacionales tenían su cuartel general. Su experiencia militar le valió un rápido reconocimiento y fue destinado al frente del río Jarama, donde las tropas de Franco intentaban estrangular la carretera que unía Madrid con Valencia para cortar el abastecimiento de la capital. Allí se foguearon por primera vez unos 8.000 voluntarios de las Brigadas Internacionales. La batalla acabó en tablas, pero fue una carnicería: en los 19 días que duró murieron 20.000 soldados.

Law se ganó el respeto de sus compañeros gracias a su temple y no tardó en ser nombrado comandante del batallón en el que estaba encuadrado. Fue un hito porque hasta entonces nunca un militar de color norteamericano había estado al mando de compatriotas blancos. Murió tiroteado en julio mientras dirigía a sus hombres para tratar de tomar una posición enemiga en la ofensiva de Brunete. Chicago, su ciudad, le dedicó un homenaje en 1987 al cumplirse el 50 aniversario de su fallecimiento. Como el resto de los brigadistas, los voluntarios estadounidenses pagaron un alto precio por su entrega: unos 700 de los 2.800 que se habían movilizado se quedaron en suelo español.

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