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Sábado, 4 de julio 2015, 00:09
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La historia de Yang Xiaoyun ha dado la vuelta al mundo, porque si alguien siente pasión por los animales es ella. La mujer de 66 años lo ha dejado todo por salvar a estos animales de las carnicerías asiáticas.
Comer carne de perro es una antigua tradición que cada año congrega a cientos de personas en el festival Yulin Dog Meat de GuangXi, en China. Son miles de personas las que han firmado una petición para que se cancele, sin embargo, en esta región es legal y se sigue haciendo negocio con los animales.
La rescatadora de los canes sin embargo no se ha quedado con los brazos cruzados. Tras abandonar su trabajo como profesora de literatura y vender varias casa familiares, ha abierto un hogar para perros, el Common Home For All, en Tianjín.
En 1995 salvó al primer perro y desde entonces invierte tiempo y grandes sumas de dinero para evitar que acaben siendo comida para los asistentes al festival. Y ello a pesar de que su fama ha ido en su contra, y los comerciantes elevan los precios de los animales cuando la ven llegar.
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