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Los ruteros crean sus propios dioses

Los ruteros crean sus propios dioses

Conocen las culturas de Perú en un museo construído sobre una antigua huaca

ÁLVARO VICENTE

Viernes, 20 de junio 2014, 15:42

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La eliminación de la selección española de fútbol del Mundial de Brasil está protagonizando los primeros pasos de la expedición de la Ruta BBA en Perú. Cualquiera de los actos o visitas que están marcando el arranque de la XXIX edición de la Ruta desembocan en el fútbol. "¿Son ustedes españoles?", preguntan limeños anónimos que se acercan con respeto al paso de la caravana de jóvenes por las calles de Lima. "Vaya, lo siento". Y así, una y otra vez en enorme urbe que ha recibido a los ruteros con un cielo gris y con un 80% de humedad. Es lo que toca en estas fechas invernales por estos lares pero en el que la temperatura no baja de los veinte grados por el día.

Los ruteros dejaron España con sus ídolos caídos pero horas después ya estaban dibujando y dando forma a sus propios dioses inventados, en el marco del Museo Larco Herrera de Lima. Este museo, que recoge una extraordinaria colección de piezas de civilizaciones prehispánicas -con un inmenso depósito, también visitable, que reúne 39.000 figuras-, fue el punto inaugural de la presente edición de la Ruta BBVA. Los más de doscientos ruteros -siete de los doce grupos son femeninos este año- se dividieron en grupos guiados por personal de este museo construído sobre una antigua huaca en el centro de Lima. No fue difícil recuperar la sonrisa por la decepción de la pronta eliminación del Mundial. Desde hoy pasará a un segundo plano.

La primera actividad en la que participaron los ruteros fue el aprendizaje de la importancia que los animales tenían en las representaciones en cerámica, textil y metal para culturas como la paracas, la huari o la moche anteriores a los incas que llamaron la atención de los jóvenes sus cerámicas antropomorfas cargadas de realismo. Dioses y líderes destacados de estas culturas que poblaron Perú eran representadas con atributos de animales: aves (símbolo del cielo), felinos (tierra) o serpientes (agua o inframundo). Los ruteros tuvieron ocasión de avivar su fantasía mediante estas representaciones. En una de esas actividades, en la que jugaron con pinturas, tampones y plantillas, pudieron crear dioses salidos de su imaginación. En sus papeles aparecieron seres con cuatro patas, dos cabezas y cuatro alas que bautizaron con nombres inventados por ellos mismos, tratando así imitar a todas aquellas representaciones de las civilizaciones andinas.

Esta primera actividad ha permitido que los jóvenes conozcan el pasado de este país que recorrerán en las próxima semanas. Por de pronto ya han dado cuenta de los contrastes que marcan la ciudad de Lima, en la que el caos circulatorio sigue siendo santo y seña. Casas destartaladas y descoloridas contrastan con barrios como el de Miraflores, en el que los vehículos de alta gama, los restaurantes y clubes deportivos marcan el día a día.

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