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R. I.
Sábado, 31 de mayo 2014, 10:28
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Una noticia cuanto menos curiosa y de la que tomar nota si son padres, ha dado la vuelta al mundo. A un ciudadano chino le ha salido cara una inocente travesura de su hijo pequeño por la cual permanece atrapado en Corea del Sur.
El joven dio rienda suelta a su imaginación en el sitio menos oportuno, el pasaporte de su padre, y no utilizando un lápiz o un bolígrafo que sería lo más normal y menos dañino, sino un punzón.
El artista de cuatro años encontró la inspiración en el documento y lo convirtió en su cuaderno de dibujo. A la fotografía de su padre le pintó los ojos y más pelo, y lo decoró enmarcándolo entre animales y árboles.
No se puede negar que le quedó muy bonito, pero inútil para su cometido. Las autoridades surcoreanas le impidieron subir al avión y no dejarán que abandone el país hasta que presente una documentación válida pues el documento quedó totalmente irreconocible, como el mismo padre mostró en Weibo (popular red social considerada el Twitter chino) haciendo pública la anécdota que ha divertido a las redacciones de todo el planeta.
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