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La Sierra Nevada desconocida: esquiar el Cerro del Caballo

El emblemático pico atrae siempre las miradas cuando se habla de ampliación de la estación de esquí

Alejandro Molina

Sábado, 6 de abril 2019, 01:56

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La ampliación de la estación de esquí de Sierra Nevada es un tema que nunca termina de abandonarse. A lo largo de los años se han planteado muchas opciones en diversas áreas del macizo montañoso. A decir verdad, unas han sido más sensatas que otras, pero todas tienen en común algo desde 1.999. Este fue el año en el que fue declarado el Parque Nacional de Sierra Nevada y con él se esfumaron todas las posibilidades de ampliación o nuevas estaciones dentro de la Penibética. Se esfumaron, al menos tal y como se concibe una estación de esquí actualmente.

En esta ocasión IDEAL se adentra en una de las áreas que más miradas ha atraído cuando se ha planteado una ampliación: El Cerro del Caballo. Es uno de los 'tresmiles' más emblemáticos de Sierra Nevada, fácilmente visible desde Granada con su forma triangular. También se divisa desde las playas de Motril en su cara sur. Tiene exactamente 3.011 metros de altitud y se puede acceder con relativa facilidad desde las localidades de Dúrcal, Lanjarón o Nigüelas. Si se opta por subir desde esta última habrá que ascender por un carril de 12 kilómetros en los que no bastará un coche normal. Dependiendo de la cota a la que esté la nieve la subida puede ser más o menos complicadas entre los meses de noviembre y mayo. En esta ocasión optamos por subir en coche hasta la cota 1.900, cerca de la Acequia de los Hechos. Se trata de una construcción de origen árabe que desciende llevando el agua de la Sierra hasta Nigüelas y Dúrcal.

El pasado día tres de abril la cota de nieve por la cara este estaba a 2.500 metros. La subida hasta la cumbre con esquís de travesía no es especialmente complicada. Las pendientes son en su mayoría suaves y se asciende de manera sencilla. Pero cuidado, es alta montaña y hay que dominar las técnicas que permitan hacer frente a cualquier eventualidad. Placas de hielo, niebla, viento... Nada se puede descartar a tres mil metros de altitud.

Una vez arriba se divisan unas extensiones llenas de nieve inmensas y perfectas para esquiar. No son pocos los que practican el esquí de travesía allí en esta época del año.

Entre los proyectos más ambiciosos que se han planteado para este pico está aquel que proponía conectar mediante telesillas con la actual estación de esquí. Otros más recientes han planteado directamente hacer un teleférico bien desde Nigüelas o desde Lanjarón. Más que improbables con la legislación actual sobre Sierra Nevada.

Sea como fuere, el Cerro del Caballo es un auténtico espectáculo desde el que se divisan el Valle del Río Lanjarón, Granada y la Costa. Debajo un refugio que lleva el mismo nombre y una laguna de origen glaciar que muestra en verano los tristes efectos de aquella vez en la que se quiso usar su agua tras una tremenda sequía. Y, cómo no, nieve, mucha nieve. Perfecta y abundante para que la esquíen los 'osados' que hayan subido con su propio esfuerzo durante más de tres horas de larga caminata. Y es que esquiar en el Caballo no sale barato.

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