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Un senderista contempla el paisaje veraniego desde las cumbres de Sierra Nevada.
Estío a tres mil metros de altura

Estío a tres mil metros de altura

Sierra Nevada se transforma durante las semanas de verano en un completo centro de actividades al aire libre. Amantes del deporte y la naturaleza llegan a las altas cumbres procedentes de todos los rincones de nuestra geografía para disfrutar un verano distinto.

Javier Morales

Miércoles, 31 de agosto 2016, 16:50

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El candor cristalino de la nieve se deja vencer por la primavera. El macizo montañoso, escondido desde las precipitaciones adelantadas del otoño, resurge bajo sus riachuelos para dar lugar a un paisaje casi lunar. Ya no brilla la nieve blanca, sino las rocas plateadas. Sierra Nevada muda su piel al calor del verano, pero no deja atrás el ajetreo propio de la temporada invernal: los esquiadores se transforman en senderistas y los snowboarders cambian las tablas por las bicicletas. La estación pasa a ser un centro de ocio para todos los gustos en un entorno que no admite comparación. Gracias a una agenda a rebosar de actividades, cada vez son más los que se decantan por la montaña para pasar unos días y 'desconectar'.

Miguel Ángel Baqué y Gema Trigueros han llegado a Pradollano con sus pequeñas Marta y Carmen. En lo más alto del telesilla Veleta, a las faldas de este pico, disfrutaban en la mañana de ayer de la panorámica de Granada y su Vega. «Somos de Los Palacios, de Sevilla. Normalmente en las vacaciones vamos a Cádiz, pero mi hermano me convenció de que viniéramos», dice Miguel Ángel. «Hay ambiente y se está fresquito, allí en el pueblo estábamos achicharrados, mientras que esto es gloria bendita. Ponerse un chaleco es increíble».

La familia está encantada. Valoran la tranquilidad de la vida a dos mil metros sobre el nivel del mar, pero también la abigarrada agenda de la estación de esquí. En la noche del viernes disfrutaron del festival de música 'Por todo lo alto', que este fin de semana ha inundado de rock Pradollano. Cuando terminen la excursión por la montaña regresarán a la urbanización para darse un baño en la piscina. Climatizada, claro, porque nada queda en Sierra Nevada del bochorno que se sufre estos días en la capital. «Ayer (por el viernes) nos levantamos, nos fuimos a la Hoya de la Mora y llegamos hasta la Virgen de las Nieves, nos dimos la vuelta y luego estuvimos de concierto», relatan. ¿Y las niñas? Marta y Carmen se divierten 'a su ritmo', disfrutando de la libertad del juego sin la vigilancia exhaustiva de sus padres. «Tienen colchonetas en los bares para dar saltos, también la zona de Mirlo Blanco. Las podemos dejar solas en la plaza sin miedo...»

Toboganes, una montaña rusa, tirolina, tiro con arco... La oferta infantil en Sierra Nevada es amplia. Y siempre con el añadido que supone el entorno: «Mi idea es ir metiéndolas en el mundo de la montaña. Nosotros fuimos 'scouts', siempre nos ha gustado la montaña. Queremos que vayan tomando la costumbre de conocer este entorno y respetarlo», señala Miguel Ángel. Él es un amante del esquí, y admite que nuestro macizo «gusta más con nieve». Gema ha visitado Sierra Nevada por segunda vez, y ya piensa en volver el año que viene.

Pasión por el deporte

Las pistas de nieve dejan paso en verano a los circuitos de bicicleta de montaña. El Bikepark estaba ayer repleto de ciclistas que descendían por las laderas con la agilidad propia de los esquiadores. Seguían las huellas que sobre la tierra dejaba Luis Zarco, corredor MTB proclamado campeón de Andalucía de descenso en el pasado mes de mayo. En su 'clínic', el granadino enseñó a los corredores los trucos y medidas de seguridad para disfrutar de esta exigente disciplina.

Mario y Víctor Rueda son dos hermanos jienenses que repetían a las órdenes de Zarco: «Gusta venir con gente que sabe». Ellos corren en las citas del circuito andaluz. «Dejar los olivos de Jaén y salir a una sierra como ésta es impresionante. Nos gusta este terreno, pero también la buena gente de Granada», explican.

Bajar sobre dos ruedas por la superficie escarpada requiere conocimientos sobre descenso y buen estado de forma. Pero el senderismo, el disfrute de la montaña a pie, está al alcance de cualquiera, siempre atendiendo a las indicaciones de seguridad ofrecidas por el personal del parque.

Entre el trasiego del nutrido grupo de ciclistas, una pareja almeriense se detenía a contemplar la panorámica desde uno de los picos junto al Veleta. «Es la primera vez que venimos aquí, y con este fresquito se está en la gloria». Tras ascender por el telecabina Borreguiles y continuar la subida por el telesilla Veleta, un sendero de escasa dificultad acerca al viandante a la Laguna de las Yeguas, bajo el dominio del observatorio de Sierra Nevada, con su imponente radiotelescopio. Equipado con la cámara de fotos, Juan Daniel Fernández combina la paz de la montaña con el ejercicio físico que conlleva el paseo en altura y una de sus aficiones: la fotografía. «Como estamos acostumbrados a Almería, donde todo es playa, esto nos resulta distinto», afirma él. «Pensábamos que iba a ser mucho más caro, pero está bastante bien para echar el día entero». «Y se hace ejercicio», añade Amalia.

Hasta septiembre

La programación de verano en Sierra Nevada se extenderá hasta el 4 de septiembre. Será entonces cuando comiencen los preparativos para la temporada de invierno, en la que la estación de esquí afrontará los campeonatos del mundo de snowboard y freestyle. El 7 de marzo de 2017, el Palacio de Congresos acogerá la inauguración de este evento, que contará con cuatro finales nocturnas.

Hasta que la nieve regrese a las cumbres, toca 'exprimir' los últimos días de actividad veraniega en la estación. Entre las citas con más éxito, los encuentros de astroturismo. Más de un millar de personas quisieron 'rozar' las perseidas desde las cumbres de Sierra Nevada el pasado fin de semana. Cumplida esta tradicional cita nocturna, todavía es posible vivir una de las experiencias «mágicas» del verano. El 3 de septiembre está programado el último 'Amanecer desde el Veleta', una vivencia única a 3.398 metros sobre el nivel del mar.

También se mantienen hasta septiembre los circuitos de senderismo, resistencia, running y MTB, así como las atracciones infantiles. Desde nueve euros es posible acceder a los remontes activos en verano -telecabina Borreguiles, telesilla Veleta y alfombra Borreguiles- para saborear la vida estival de Sierra Nevada antes de que la nieve cubra de nuevo la montaña.

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