Edición

Borrar
La Concha avanza en una anterior Semana Santa. IDEAL
Y la Concha levantó la Semana Santa

Y la Concha levantó la Semana Santa

Memorias de un cofrade ·

Su incorporación a nuestras calles fue la envidia de muchos y el acicate de otros

TITO ORTIZ

Jueves, 9 de abril 2020, 01:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aquella tarde del Domingo de Ramos de 1976 la Semana santa de Granada mostraba una de sus peores caras desde su nacimiento. Cortejos menguados y deteriorados, junto a una escasez de flor en tronos abandonados por el paso del tiempo, hermandades que ya no salían a la calle como era el caso, entre otras, de Escolapios o Ferroviarios, o las que salían contra todo pronóstico, aunque tuvieran que hacerlo de un garaje en la Placeta de Cuchilleros, como ocurría con la de 'Los Gitanos', que peregrinaba sin cesar por iglesias, de entre las que destacó San Matías. El propio Consejo de Hermandades de Sevilla, al comprobar la tragedia granatensis, abre una cuenta corriente en el Banco Hispano Americano, para que los cofrades hispalenses que lo deseen echen una mano para salvar nuestra Semana Santa, y eso hay que agradecerlo eternamente. Pues en ese panorama desolador, tras comprobar el paupérrimo regreso de la Hermandad de la Santa Cena, cuyo paso iba sobre ruedas, y La Victoria a hombros de profesionales, mandados por el padre de Jaime, el futbolista portero del Zaidín, en la taberna de 'El Sota', coinciden y se lamentan de la trágica situación de la semana santa de Granada, un puñado de amigos, entre los que destacan, Curro Andrés, Ángel Rodríguez, Alberto Rodríguez y Pepe Montero, entre otros, llegando a la conclusión de que lo que Granada necesita es un auténtico revulsivo para volver a ponerla en el mapa de la semana santa. No era justo que, la ciudad que aporta el paisaje más bello a los recorridos procesionales de todo el mundo, la que conserva su tradición centenaria como la que más, la que posee auténticas joyas de la imaginería para procesionarlas, estuviera a punto de la catarsis. Y estos fueron los que se pusieron manos a la obra y en menos de un año tenían aprobados estatutos de una nueva hermandad que engrosaría las filas cofrades de Granada, después de decenios. Tuvieron el acierto de no recuperar ninguna de las que salían, porque eso hubiera ralentizado el proceso de recuperación. Fueron más allá, y contra todo pronóstico y contra la opinión de muchos, erigieron una nueva hermandad, desde la que dirigir con savia nueva no solo los destinos de una nueva cofradía, sino, la historia venidera de la Semana Santa de Granada.

La nueva incorporación a nuestras calles, bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús del Amor y la Entrega, primero al que se le llamó 'Manué', en esta plaza, y María Santísima de la Concepción –'La Concha', por la saeta que le escribió José María Parro, que terminaba diciendo: «Que una perla hubo en tu vientre, que fue nuestra salvación»– fue la envidia de muchos y el acicate de otros, que no dudaron en unirse al entusiasmo creado y rescatar la Semana Santa de Granada del pozo oscuro donde había caído, por la desidia y la indolencia de algunos irresponsables que, no dando paso a la juventud en sus juntas de gobierno, se habían cerrado el futuro, prefiriendo que se perdieran las hermandades, antes que dejar la vara de mando.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios