Los Facundillos hicieron protagonistas a los niños

La tradición volvió a repetirse y el sonido de las campanas de barro se dejó escuchar durante toda la mañana de ayer en Granada. La procesión de los Facundillos inundaba de ilusión y alegría la plaza de Santo Domingo desde un rato antes de que saliera la procesión, organizada por la cofradía de La Cañilla, que con eta completa las tres veces que cada año se pone en las calles durante Semana Santa.

Los niños se hacían protagonistas en todo el recorrido de esta procesión que cada año gana en participación en torno a la imagen del Niño Jesús que tallara Torcuato Ruiz del Peral. Recibe la procesión el nombre popular de Los Facundillos por una entrañable historia.

Rápido su discurrir por las calles, abandonando el barrio por la Carrera de la Virgen, ante la Patrona, y ovacionado el acceso de la imagen a la Catedral, donde presidiría la eucaristía. Luego, salía por la puerta del Perdón el infantil cortejo camino del Realejo, cerrando así la Semana Santa en este barrio.

Los niños se arremolinaban en torno a las andas, y tras ellos los padres orgullosos de sus pequeños. Revuelo y algarabía familiar rodeando la hermosa talla del Niño Jesús que realizara Torcuato Ruiz del Peral, y con la que cada año el barrio del Realejo despide su Semana Santa. Junto a las campanas de barro, que sonaron por toda la ciudad en las manos de los pequeños, los acordes de la Agrupación Dulce Nombre de Jesús, prestando su acompañamiento musical a todos los niños que sueñan ya con un lejano Domingo de Ramos.

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