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Estrella, del cielo a Granada

Estrella, del cielo a Granada

La cofradía cubrió un largo recorrido

Fernando Argüelles

Viernes, 25 de marzo 2016, 02:44

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La puerta de la iglesia de San Cristóbal volvió a ver como se clavaban en ella centenares de ojos en la tarde de ayer. La cofradía de la Estrella se ponía en la calle a las seis de la tarde, y la salida de los dos pasos procesionales de la corporación por la pequeña puerta ojival del templo era uno de los momentos más impresionantes de su recorrido cada año.

Estrenaba la hermandad el dorado de la delantera y la trasera del canasto del paso del Señor, trabajo realizado por Abel y Justino, así como las potencias de Pasión, diseñadas por Álvaro Abril y realizadas por Alberto Quirós. No eran los únicos estrenos de este año, ya que también era novedad una saya para la Virgen de la Estrella, donada por los propios costaleros, con diseño del granadino Benjamín Rodríguez y bordada por Juan Spizley. Los costaleros también le habían donado un puñal a la Virgen, con diseño de Juan Manuel Martínez Hurtado y realizado por Orfebrería Manuel de los Ríos. No faltaban detalles en el cortejo, como un cirio en el paso de palio en el que podía leerse el lema Pasión por la vida, como dedicatoria a los donantes de órganos.

Los nazarenos empezaron a bajar a la ciudad, por la Cuesta del Chapiz, realizando un recorrido lleno de estampas bellísimas que no quisieron perderse todas las personas que se acercaron para ver a la hermandad en su barrio y disfrutar no solo de los pasos procesionales y el cortejo, sino también de la música, especialmente de la Agrupación Musical de la Estrella.

Si cada día esta dejando patente la formación musical su extraordinaria calidad, que queda además atestiguada por detalles como el disco que han presentado esta Cuaresma, ayer siguiendo los pasos del titular de su cofradía los músicos albaicineros dieron lo mejor de ellos mismos para que Pasión tuviera en todo momento el cariñod e sus acordes musicales. Por su parte, el paso de palio estaba acompañado ayer por la Banda Municipal de Pulianas.

Tras recorrer la carrera oficial, que iba cerrándola ayer, a falta solo de que transitara el Silencio ya de madrugada, la hermandad regresaba a su barrio. La subida por la Cuesta de la Alhacaba volvió a ser impresionante, así como el cariño con el que los vecinos arropan a la cofradía desde Plaza Larga hasta su entrada al templo de San Cristóbal.

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