75 años de Misericordia
Nuestro Padre Jesús de Las Tres Caídas volvió a demostrar que es una de las imágenes más veneradas por los lojeños
JOSÉ UTRETA / NOELIA JIMÉNEZ / JESÚS JAVIER PÉREZ
Jueves, 24 de marzo 2016, 02:44
La provincia de Granada abrió ayer la puerta a los días grandes de la Semana Santa. En una noche fría y con el respeto del ... cielo, las cofradías de la provincia realizaron sus estaciones de penitencia previstas.
Baza
Bodas de brillante
La imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia celebra este año su 75 aniversario. Fue una donación realizada en el año 1941 por la familia García de Villavicencio. El Cristo procesiona en un trono realizado en el bastetano taller Hijos de Esteban Jiménez. La de ayer no será la única vez que el Cristo de la Misericordia procesione este año por Baza. La cofradía tiene previsto celebrar una salida extraordinaria, en solemne Vía Crucis el sábado 12 de junio.
La procesión de la Cofradía de la Soledad fue la primera realizar su estación de penitencia sin la preocupación de estar pendiente de la lluvia. Aunque frío sí que hacía, lo que no impidió que una noche más la gente acudiera a la Plaza de la Merced para ver salir al Cristo de la Misericordia y a la Soledad. Como es habitual no había espacio para acoger a tantas personas que querían ver la salida de ambos pasos.
El desfile procesional estuvo muy ordenado desde su salida. Un año más al paso por la Plaza de San Juan, el horquillero Ramón Rodríguez Carpio le cantó una saeta al Cristo de la Misericordia y lo hizo desde el histórico edificio conocido como el de los 'balcones de palo'.
Huétor Tájar
El Nazareno, con los fallecidos
La Semana Santa se vive en Huétor Tájar de manera especial. Es un municipio que tiene una talla que se usa en dos procesiones distintas, la de Nuestro Padre Jesús, obra del imaginero granadino Eduardo Espinosa Cuadros, que data de 1937, y que ayer procesionó en una de sus dos salidas, la de Nuestro Padre Jesús Cautivo. La tarde cofrade comenzó a las 19,00 horas, con una eucaristía de réquiem por los hermanos fallecidos de la hermandad de Jesús Nazareno. Durante la celebración se bendijeron las medallas de los nuevos hermanos y la Palma de San Juan. Posteriormente, comenzó la procesión de Nuestro Padre Jesús de Cautivo.
Guadix
Noche de contrastes
Dos cofradías hicieron estación de penitencia en un Miércoles Santo accitano más tranquilo en lo meteorológico. La hermandad de la Esperanza fue la primera en poner su Cruz de Guía en la calle y la de los Favores se esperó casi a las once de la noche para poner la suya y sus tres pasos en la plaza de Nuestra Señora de la Soledad Coronada. Fue un Miércoles Santo de contrastes que resumen la Semana Santa accitana, de la luz al recogimiento.
La Esperanza, con sus nazarenos, sembró de verde el recorrido de la dolorosa, que recibe culto durante todo el año en la Catedral accitana. El obispo de Guadix, Ginés Ramón García, se encomendó a ella y miró hacia Bruselas: «No permitas que la violencia y el terror termine con nuestra esperanza».
La dolorosa fue vestida un año más por Álvaro Abril. El palio mostraba un variado exorno floral con rosa amarilla, lilium amarillo y una base de flor morada. Los sones de la banda Municipal de Atarfe acompañaron al palio que se inspira en muchos de sus detalles en el arte de la catedral accitana. Las primera marcha que sonó fue 'Virgen de la Paz', de Pedro Morales y Conchi Herrera le dedicó más tarde una saeta.
La cofradía, tras completar su paso por la carrera oficial, encaminó sus pasos hasta la iglesia de Santiago, donde le esperaba la hermandad del Nazareno, con la que mantiene un vínculo renovado con la visita recíproca de sus titulares a sus respectivas sedes cada Semana Santa. Sonó 'Mi Amargura', de Víctor Manuel Ferrer.
Entrada la noche, la hermandad de Los Favores comenzaba su estación de penitencia con el rezo del Vía Crucis y con las luces de la ciudad apagadas a su paso. La hermandad pone en la calle tres pasos. El primero de ellos, el misterio de la Sentencia, cumplía este año treinta años de presencia en las vías accitanas. El paso del Cristo de los Favores es el que más dificultades presenta de los tres de la hermandad para traspasar el arco de la puerta del antiguo Santo Domingo. La Virgen de la Humildad era la tercera en superar la dificultad que supone el arco de la puerta.
Los tres pasos de esta hermandad sorprendieron por su exorno floral. El misterio de la Sentencia estaba adornado con un friso de clavel de color vino tinto, estatice morado y e iris azules. El del Cristo de los Favores presentaba un calvario de rosas rojas, clavel vino tinto, iris morado y estatice morado, además de ocho centros de rosas. El paso de la Virgen de la Humildad mostraba un calvario de clavel blanco coronado por rosa mini blanca, hortensia azul e iris blanco. Todo el paso estaba rodeado por un friso de hortensia azul y rosa fucsia.
Loja
Las Tres Caídas embelesa a los lojeños
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas volvió a demostrar que es una de las imágenes más veneradas por los lojeños. Su recorrido, tan dilatado como especial, no pasa desapercibido para casi ningún amante de la Semana Santa de Loja, que tiene en el Miércoles Santo una de sus citas más multitudinarias. La expectación además era este año máxima, con el estreno de la nueva talla de Simón de Cirene, una obra del imaginero sevillano Fernando Aguado, que desde este año acompaña a Jesús.
Su largo recorrido de más de diez horas, el más extenso de la Semana Santa lojeña, y su siempre espectacular subida hasta la ermita del Calvario lo convierten en uno de los desfiles más bellos. Y ayer se volvió a notar. Con más público que en años anteriores en el tramo de salida, desde la Encarnación hasta la tribuna, Jesús emprendió un ascenso que embelesó a los lojeños.
Portado por cuarenta horquilleros y acompañado por más de 250 cofrades, Las Tres Caídas se recreó en su paseo por Loja, que recorre de lado a lado del Genil. En todo ese particular Vía Crucis estuvieron presentes los tonos morado y blanco que caracterizan a esta cofradía, de 1926.
Leal a su titular, la 'corría' de incensarios negros de la cofradía, con nuevos 'cacharros', dedicó sus 'golpes' en los rincones donde Nuestro Padre Jesús se hace aún más inmenso de emociones. Como siempre, abriendo el desfile estuvo la inconfundible marcha de los tambores de la hermandad, mientras que tras Jesús se oyó el repertorio de la banda de cornetas y tambores Flor Entre Espinas de Loja.
Fiel a la cita con su madre, la imagen del Jesucristo -exhausto, pero entregado a su misión- recorrió las tres ermitas de la ciudad para encontrarse con la Virgen de los Dolores, en la ermita de la Sangre, las Angustias, en la ermita de Jesús Nazareno, y la Esperanza, en San Roque. Y así, desde las seis y media de la tarde hasta casi el amanecer.
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