La Borriquilla no pudo salir

Tal vez, hubiera sido la última ocasión en la que se hubiera visto a la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz salir, y regresar, al santuario del Perpetuo Socorro. Es idea en la cofradía, y en ello se viene trabajando, que en la Semana Santa de 2017 la cofradía salga desde la iglesia de San Andrés, en la calle Elvira, su sede canónica.

Numerosos hermanos llenaban el templo, y también mucha gente en sus puertas aguantando una incesante lluvia. Primero se anunció una demora de media hora, y más tarde un nuevo retraso para, finalmente, el hermano mayor de la corporación, Eugenio Almohalla, anunciar que la cofradía no saldría a la calle. Aplausos para el hermano mayor, pero lágrimas y emoción contenida en los rostros de muchos hermanos, camareras, costaleros, cuerpo de acólitos, etc. «Lo sentimos muy de veras pero la tarde, a pesar de los datos que se vienen barajando durante el día, no ofrecen posibilidad de salida, por tanto la junta de gobierno decide suspender la salida», dijo el hermano mayor con emoción en el rostro. «Nuestra principal preocupación son los niños, los muchos que están aquí para acompañarnos, los que más nos preocupan y por ellos es por los que no nos atrevemos a reproducir momentos como en otros años», decía.

Antes de ese momento, se le había cantado una saeta a cada uno de los titulares de la cofradía por parte de Aroa, la ganadora del Concurso Saeta de Oro de este año 2016. El nerviosismo de los hermanos, esperando la decisión que adoptara el cabildo de oficiales, se vio así apaciguado por las bellas saetas cantadas ante el paso de misterio y el paso de palio, que precisamente estrenaba una nueva tonalidad en su techo, faldones y manto de la Virgen de la Paz, bellísimamente vestida y con un cuidado exorno floral. El misterio, por su parte, estrenaba una nueva fase del dorado en la trasera, trabajo que está realizando en estos años el taller granadino de Cecilio Reyes.

La noticia de la suspensión de la salida procesional corrió como la pólvora, creando la desazón en muchos cofrades que aguardaron hasta que las puertas del templo se abrieron y, tras situarse en el centro los pasos, pudieron ser contemplados por todos los que se fueron acercando al santuario hasta ya entrada la noche. Además, a las 19.00 horas se celebró una eucaristía.

No se celebró tampoco el tradicional acto con el que la cofradía de Santa María de la Alhambra llama a la puerta del templo golpeando con una llave, aunque no faltó en la salida la presencia del alcalde de la ciudad, distintos concejales, el arzobispo, el teniente general jefe del Madoc y otros representantes y autoridades. También se contaba con la representación de otras hermandades, como la del Resucitado de Regina Mundi.