La lluvia suspende la procesión del Cristo del Paño

Al caer este año la celebración en lunes, el número de asistentes no fue tan cuantioso como los dos pasados años, cuando el fin de semana propició la llegada de personas, incluso, desde puntos muy distantes de Granada. A pesar de ello, y de las adversas previsiones meteorológicas, la hilera de autobuses aparcados en el arcén de la carretera y las eras de las cercanías del pueblo convertidas en improvisados aparcamientos, eran imágenes usuales. Tanto como las de las decenas de puestos que en la subida al santuario ofrecían sus mercancías, y donde era posible encontrar desde puestos de turrón a venta de estampas, cuadros y recordatorios del Señor. No faltaban los que vendían velas, o los que ofrecían ramilletes de flores para subir al Cristo del Paño y cuyo precio, según iban pasando las horas, iba descendiendo proporcionalmente al número de personas que subían hacia la iglesia. Con plásticos intentaban proteger del agua sus mercancías, a la par que los paraguas se abrían y cerraban según el cielo mandaba.

A las doce del mediodía si se pudo celebrar la misa ante el Santuario, colocadas las andas del Cristo del Paño bajo un toldo que las protegía, pero la procesión tuvo que ser suspendida. Es una pena que no baje el Señor al pueblo, decía con los ojos llenos de lágrimas una vecina que cogida del brazo de su marido gritaba vítores al Cristo del Paño. Por las empinadas cuestas de subida al santuario la imagen de personas descalzas acercándose al templo era habitual, así como los gritos de alabanza al término de la eucaristía, muestra del fervor desmedido que este milagroso lienzo despierta desde hace ya muchos siglos. La procesión cada año es más bonita y me da mucha pena que este año se suspenda, decía otra vecina del pueblo que presumía orgullosa de que su hijo, un nieto y dos sobrinos se encargaban de portar al Cristo del Paño en este día tan especial. La lluvia intermitente, registrada durante toda la mañana, obligó a suspender la procesión del Cristo del Paño, algo que ha ocurrido en muy pocas ocasiones, según la propia alcaldesa de la localidad, Fina Caba, señalaba. Esto no ha ocurrido nunca, decía un vecino, aunque otro le rectificaba dándole detalles de un año que yo era chavea diluvió tal día como hoy y tampoco se pudo celebrar. De una u otra forma, el hecho de que el Cristo del Paño no bajará de su templo al centro del pueblo ha sido un hecho excepcional.

Historia

Durante toda la jornada no cesaron de producirse escenas de emoción ante la pintura de Jesús del Nazareno, que según cuenta la tradición fue cedida a Moclín por los propios Reyes Católicos cuando fue conquistada la zona por los ejércitos cristianos. Cuenta la tradicional oral, que el lienzo, cuyas dimensiones son de 2.64m por 2.21m fue utilizado por las mesnadas de los Reyes Católicos como estandarte de guerra, debido a que resultaba cómodo de enrollar. Una vez que entraban en las fortalezas lo desplegaban como símbolo de conquista, puesto que la guerra de Granada poseía la base ideológica medieval de la lucha contra el infiel. Conquistado Moclín el 26 de julio de 1.486, los muros de su castillo acogieron tanto a los reyes castellanos como al Infantico, el hijo de Boabdil que estuvo de rehén hasta la firma de las capitulaciones de Santa Fe. En agradecimiento por esta acogida, Isabel y Fernando donaron el estandarte a la Villa de Moclín, junto con una pequeña escultura que representaba a la Virgen de la Victoria. Debe su nombre de Cristo del Paño a una leyenda que se pierde en el albor de los tiempos, y que cuenta como el sacristán de la iglesia que sufría de cataratas, la enfermedad del paño, recobró la vista al tocar el lienzo.

es la costumbre más importante de nuestro pueblo y nos llena de orgullo ver como cada año va a más y nunca desaparecerá, comentaba un vecino. No le faltaba razón, y ayer desde que a las siete de la mañana que se rezaba el rosario, hasta la última eucaristía, ya por la tarde, no estuvo solo el Cristo ni un solo momento. De hecho, y a pesar de haber pasado ya la jornada del 5 de octubre, se espera que durante estos días muchas personas se acerquen hasta el templo de Moclín para ver de cerca al Cristo del Paño, antes de que sea subido desde las andas al altar principal de la iglesia.

Dispositivo

Un operativo especial con 200 efectivos veló durante toda la jornada por la seguridad en la romería. Efectivos policiales, de Protección Civil y Cruz Roja, así como miembros de la Guardia Civil, trabajaron para conseguir el desarrollo sin incidentes de esta centenaria romería. Según cálculos municipales este año han acudido algo menos de 10.000 devotos a la procesión, procedentes de diferentes puntos de Andalucía e, incluso, desde puntos más lejanos.

La lluvia este año fue la única capaz de deslucir la romería, una fiesta que inspiró al propio Federico García Lorca para escribir las escenas finales de su obra Yerma. El poeta de Fuente Vaqueros ya describía, en 1.934, como se desarrollaba la romería de Moclín, dibujando la escena alrededor de una ermita, en plena montaña al que acudían los romeros a pedir hijos al santo. Ayer se volvieron a pedir hijos, salud, trabajo y ayuda a esta milagrosa imagen a la que tanto fervor se le tiene. Moclín volvió a quedarse pequeña gracias al milagro de su Cristo que el año que viene, seguro, si volverá a bajar en procesión a su pueblo.