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La Plaza de España de Motril se pobló para ver el majestuoso andar del Cristo del Perdón.
Flagelación y esperanza en la provincia

Flagelación y esperanza en la provincia

'El Moreno' de Almuñécar atraviesa la madrugada a ritmo de quejíos gitanos |

r. i.

Miércoles, 1 de abril 2015, 00:51

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Flagelación en Guadix, Santa Cruz en Baza, Cristo de los Gitanos en Almuñécar, Perdón y Misericordia en Motril, Humildad Salobreña, y Oración en el Huerto y Esperanza en Loja completaron anoche la jornada del Martes Santo granadino en algunas de las principales localidades de la provincia. Noche de tambores y saetas, sobre todo en Almuñécar, donde 'El Moreno', como popularmente se conoce a la imagen del Santísimo Cristo atado a la Columna, atravesó más de media madrugada escuchando los quejíos fervorosos de sus fieles gitanos.

Guadix

El color vuelve con el Martes Santo 'santanero'

El color volvió a la Semana Santa de Guadix este Martes Santo tras el enlutado Lunes Santo. Algunos 'santaneros' miraban al cielo con gesto de incredulidad, entre ellos el fiscal mayor de la Hermandad de la Flagelación, José Manuel González. Por primera vez en muchos años el cielo lucía completamente despejado y soleado. La hermandad del barrio de Santa Ana ha sido una de las que más ha sufrido por las previsiones meteorológicas últimamente. Este Martes Santo era el primero de una larga serie en el que los vecinos de este barrio de Guadix podían respirar tranquilos sin mirar cada cinco minutos las previsiones meteorológicas.

La plaza de Santa Ana se vuelve aún más estrecha cada tarde de Martes Santo. Nadie en Guadix quiere perderse una de las salidas más difíciles y sufridas para los costaleros accitanos. Silencio, suspiro y aplauso fue la secuencia de la difícil presentación que la cuadrilla comandada por José Fernando Peralta hizo seguir a la multitud. Había mucho interés por ver la difícil maniobra de los costaleros para salvar la dificultad del arco de la iglesia.

La imagen barroca de Jesús atado a la columna, atribuido a Diego de Vega, escuchó por primera vez en la calle 'Bajo tu Cruz Nazareno', de Emilio José Escalante, interpretada por la banda de cornetas y tambores Jesús de la Sentencia de Almunécar. Le siguió 'Soledad de San Pablo', de Pascual Zueco . El paso estaba vestido sólo por clavel rojo por los propios hermanos.

Con los primeros pasos de la cuadrilla mixta del palio de la Virgen del Refugio sonaron las notas de 'Reina de Triana', de José Miguel López Rueda, interpretada por la Asociación Musical Lira Urgavonense, de Arjona (Jaén). Los sones alegres acompañaron en la salida, con las marchas 'Aires de Triana', de Felipe Sigüenza, y 'Callejuela de la O', de Francisco Joaquín Pérez Garrido, con la que dejó atrás Santa Ana.

Este año la imagen mariana estrenaba sayas, donadas por Manuel Sánchez Aparicio. El diseño, confección y bordado de la saya fue obra del propio donante, hermano de la corporación nazarena. También se estrenaba en el martillo del paso de palio Javi López García. Si la hermandad optó por el clásico clavel rojo en el misterio, en el palio lo hizo por una combinación de flor blanca compuesta por lilium, orquídea y rosa que contrastó con el fucsia característico de la corporación. La cofradía tenía previsto su recogida a las 1:30 de la madrugada de este Miércoles Santo.

Baza

Noches de estrenos en la estación de la Santa Cruz

El desfile procesional de María Santísima al Pie de la Santa Cruz realizo su estación de penitencia como cada Martes Santo. Y lo hizo con la sencillez habitual aunque con numerosas novedades. Este año estrenó nuevo hermano mayor en la persona de Vicente Muñoz Sánchez. El paso que procesiona la bella imagen del granadino Domingo Sanchez Mes está siendo restaurado y ya tiene la primera fase terminada. Ahora luce un antiguo tabón que perteneció a la hermandad. Un año más la Virgen de la Santa Cruz lució el espléndido manto bordado a mano con hilo de oro y tisúes y flecos de canutillos, realizado por la desaparecida Mari Carmen Gómez Lamadrid. También hubo nuevo capataz. Ahora es Juan Miguel Alcón, y los contraguías fueron Alfonso Sánchez y Pablo Sánchez.

Una multitud de personas llenó la Plaza Mayor para presenciar la salida desde el principal templo de Baza. Mientras el paso descendía hacia la plaza sonaba la música de la banda municipal Ciudad de Atarfe. Otro estreno fue el exorno floral, totalmente diferente a otros años, elaborado por floristería Arrayanes con claveles, rosas, orquídeas, antirrinus y delfinium. Un trabajo minucioso que necesitó dos días de elaboración. Tras la Cruz de Guía, marchaban los penitentes más jóvenes con la cara descubierta y un cuerpo de mujeres con mantilla a las que antes se les llamadas popularmente 'manolas'.

Inmediatamente después marchaba el propio hermano mayor, vestido de penitente y acompañado por el sacerdote Rafael Tenorio, que fue quien dirigió las oraciones antes y después de la estación. La representación de la corporación municipal, la ostentó por segundo día consecutivo la concejal de Educación y Cultura, Yolanda Fernández, habitual en este desfile vestida de mantilla.

A las doce de la noche, la Cruz de Guía de la procesión de la Santa Cruz, estaba lista para realizar la entrada en tribuna y media hora después, comenzó a subir la rampa que da acceso a la iglesia de la Encarnación. Llegada que como ocurre a la salida, es seguida por muchas personas, ya que es una de las más espectaculares y plásticas de la Semana Santa de Baza.

Almuñécar

Calvario de clavel rojo y rosas para el príncipe calé

Hay sentimientos que se clavan, a golpe de yunque y 'quejíos' en la tradición más popular y enraizada. Eso ocurre cada año cuando en Almuñécar el Cristo de los Gitanos se pone en la calle, aclamado como el Moreno y piropeado como ninguno saeta tras saeta; un cortejo procesional único en toda la Costa de Granada, tanto por sus formas como por su expresión, además de actuar como un imán para devotos venidos desde todos los pueblos del litoral.

En una noche inolvidable, la cofradía presidida por Vicente Gómez Carmona fue de frente con decisión, personalidad e incuestionable belleza en el entorno sexitano; elementos no faltaban en la comitiva para arrastrar tras de sí a un público entregado que se deshizo en elogios ante uno de los principales cambios presentados anoche por la cofradía: el ornato floral del trono. En efecto, la novedad además de comentada ha resultado ser acertada, ya que por vez primera se ha confeccionado un calvario de clavel rojo, engalanado con rosas del mismo color, completado con esquinas de alhelíes morados; con lo que la imagen ganó en prestancia además de contemplarse mucho más despejada desde las aceras.

El cambio tenía muy ilusionado al secretario de la cofradía, el joven David Fernández, quien ayer miraba al Cristo de Los Gitanos con los ojos del alma y la emoción de muchas, muchas horas, empleadas en su cofradía. El trono, mandado por Sandra Maya y auxiliado por Ángel Cortés, anduvo ágil y con su original estilo, gracias al trabajo de un completo grupo de horquilleros que trabajó con empuje, acompañados musicalmente por la Agrupación de la Encarnación de Almuñécar junto a la banda del Carmen de Torrenueva abriendo calle. Todo ello por un amplio itinerario que ha sido, por cierto, uno de los más modificados en la presente Semana Santa.

Motril

La cofradía carmelita hace lectura de la Sentencia

Mientras tanto, en Motril se recibía a Jesús del Perdón (Jesús Preso), dando lectura a su sentencia condenatoria. Se trata de un hito en la semana mayor motrileña, que arranca justo desde la propia fundación de la cofradía de Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia hace ya treinta años. En esta ocasión, sería Francisco Díaz Espinar quien pronunciase la misma, frente al portalón sur de la Iglesia Mayor, en cuyo entorno se congregaron anoche miles de personas para participar de una de las puestas en la calle más grandiosas de la semana santa motrileña y que preside el joven Juan José Díaz Rodríguez. Cuando Paco pronunció, con firmeza, el tradicional «¡Yo, Poncio Pilatos, aquí presidente romano...!», Motril tuvo plena consciencia de que ya era Martes Santo y que la noche sería larga.

De entrada, la cofradía carmelita mostraba anoche uno de sus principales estrenos bajo el paso de Misterio, tras culminar hace meses la transformación de la trabajadera granadina e implantando el costal, algo que ya se completó hace muchos años bajo el palio burdeos de Misericordia. Uno y otro mandados por Emilio Martín y Francis Pérez. Pero aún había más en el navío tallado en madera del Perdón, su respiradero frontal obra de José María Higuera, al igual que el canastillo, candelabros de guardabrisas y la totalidad del conjunto que irá completándose y dorándose en los próximos años.

Para completar la prestancia de la imagen de Sánchez Mesa, el Señor lució una nueva corona de espinas realizada en metal y bañada en oro fino por Antonio Hernández, vestidor de la cofradía y quien tiene acostumbrados a los hermanos ofrecer cada año un trabajo elegante y efectista, tal y como se pudo contemplar anoche en la presentación de la dulzura del Martes Santo. En el palio también hubo estrenos, como la primera tanda de la candelería, realizada en orfebrería, lo que ya da norte de hacia donde caminará la estética del paso en los próximo años una vez que se complete el bordado del dosel. El ornato floral tampoco pasó desapercibido, al contrario, con arreglo de mezcla montaraz y floral en el Misterio y flor blanca en el palio.

Salobreña

El Cristo de la Humildad abre la Pasión en la Villa

Ayer, también, Salobreña estrenaba los cortejos penitenciales de su Semana mayor; y lo hacía recibiendo a la cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad, corporación que nos presenta en su iconografía a Jesús atado a la columna. Aún con la luz diurna poniendo marco a la cumbre blanca de la Villa, la estampa de la imagen asomada al horizonte verde y azul es arrebatadora, como lo es el rostro de un Cristo único y sencillo. Lo expresaba, sin ambages, el cofrade Basilio Campoy: «Todos los cristos de Salobreña son muy bonitos pero solo uno de ellos me robó el alma», decía en alusión al amarrado a la columna.

Gustó especialmente el estreno de las nuevas tulipas del paso, así como el llamador en forma de ancla, en honor a la calle Carmen por donde la procesión lleva varios años discurriendo. Además, hubo que destacar una vez más el espléndido trabajo de la cuadrilla («un pedazo de cuadrilla», coincide todo el mundo en el pueblo) ejecutado bajo los faldones del paso -único a costal en la localidad- mandado por el capataz y hermano mayor Samuel Puertas González. La petalada que recibió el Señor, a la salida de la Bóveda, marcó un momento álgido de una noche de Martes Santo con la que Salobreña se presentó al mundo cofrade de la Costa Tropical.

Loja

Multitud de público para ver al Huerto en San Roque

Las inmediaciones de la ermita de San Roque y la avenida de Andalucía, por donde transcurren los primeros metros de la estación de penitencia de la cofradía del Martes Santo lojeño, fueron ayer un auténtico 'manto' humano de vecinos y turistas ansiosos por ver la siempre espectacular salida de estos tres pasos. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, el Misterio de los Apóstoles y Nuestra Señora de la Esperanza partió de su templo a la hora prevista, a las siete de la tarde, y se lució en una salida especialmente vistosa por la amplitud desde la que se puede divisar a las imágenes y, sobre todo, por la estrechez de la calle que desciende desde la ermita, que hace prácticamente imposible el paso de algo más que no sea el propio paso.

En un atardecer especialmente caluroso, fueron millares de personas las que acompañaron a esta cofradía, que con sus tres 'corrías' de incensarios -una para cada imagen- se volvió a engrandecer por las calles del barrio Alto, que conforma gran parte de su recorrido. Esquinas complicadas, desniveles pronunciados y una subida de regreso al templo especialmente difícil, con el cansancio acumulado, son algunos de los detalles preciados que tiene la estación de penitencia del Huerto y la Esperanza, que precisamente este año cumple sus 20 años como hermandad.

En total, 550 hermanos y 150 horquilleros acompañaron a sus tres imágenes, la de Jesús y el ángel en el Huerto de Getsemaní -realizadas por Juan Pablo Morales y José Antonio Martín-, Nuestra Señora de la Esperanza -del escultor Antonio Maíz de Castro- y el grupo escultórico formado por los Apóstoles San Juan, San Pedro y Santiago.

El acompañamiento musical corrió a cargo de los tambores de la hermandad que abrían el desfile-, la banda de cornetas y tambores Flor entre Espinas y la banda Amigos de la Música de Huétor Tájar.

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