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Monells.
Las mejores escapadas por España para disfrutar de los colores del otoño

Las mejores escapadas por España para disfrutar de los colores del otoño

Bosques mágicos de castaños, hayas y robles, paisajes de ensueños y espacios donde recolectar setas, disfrutar de la fauna local y de la gastronomía popular

Álvaro Romero

Jueves, 13 de septiembre 2018, 12:14

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El otoño es la estación ideal para disfrutar de todas virtudes que entregan la naturaleza y los espacios rurales. Los bosques exhiben una inigualable paleta de colores con tonos que van desde verdes hasta rojos, pasando por amarillos, naranjas y marrones. Matices que maridan a la perfección con arroyos y saltos de agua que discurren por las montañas.

Pequeños pueblecitos y aldeas se engalanan para recibir a los miles de visitantes que recorren la geografía española en busca de realizar actividades tan dispares como deportes de aventura, senderismo, recolección de setas, avistamiento de fauna local o simplemente relajarse frente a la chimenea de alguna casa rural.

Las opciones son cada vez más y mejores y la calidad de los alojamientos rurales se torna indiscutible poniendo siempre foco en ofrecer experiencias perfectas y estancias para el recuerdo. En este punto la gastronomía juega un papel fundamental, pues, si por algo destaca España es por la calidad de las materias primas y los exquisitos platos tradicionales, muy diferentes en cada comarca.

Según el Instituto Nacional de estadística (INE), desde  el año 2010 los viajes durante esta estación han aumentado considerablemente, convirtiéndose en una época muy demandada para aquellos viajeros que deciden realizar escapadas de fines de semana a pueblos cercanos y  para disfrutar de las peculiares características del otoño.

El Tiemblo y su castañar

La localidad abulense de El Tiemblo ha sido históricamente cruce de caminos para las civilizaciones que se instalaron en la Península Ibérica. La carga histórica de la localidad llega hasta nuestros tiempos, en su término municipal se encuentran los famosos Toros de Guisando, esculturas en piedra esculpidas en la Edad de Hierro.

Geográficamente se encuentra en la vertiente septentrional de la Sierra de Gredos, en el entorno del río Alberche, entre el embalse del Burguillo y el de San Juan, al pie del Charco del Cura y junto a la Reserva Natural del Valle de Iruelas. Rodeado de monte, no falta el elemento de la vida.

Para madrileños y abulenses es un pueblo de referencia para disfrutar de una escapada. Visitar El Tiemblo es entrar en un entorno natural magnífico dónde poder realizar multitud de actividades, deportes de aventura, pasar un día en familia o recolectar setas. En lo gastronómico destaca por la calidad de sus carnes, especialmente las de vacuno que se pueden degustar en cualquiera de sus restaurantes.

Pero, si por algo es conocido este bello pueblecito es por su castañar. Un precioso bosque de castaños milenarios que han visto pasar por allí cientos de otoños, época en la cual se desprenden de su fruto y su hoja, convirtiendo el suelo en una auténtica alfombra de color. Un bosque mágico, de cuento, que parece sacado directamente de la mente de Perrault.

Cabañeros y la berrea

El Parque Natural de Cabañeros es el pulmón de Castilla La Mancha y está considerado como uno de los espacios naturales más importantes de la Península Ibérica, muy valorado por la fauna y flora que protege. Se encuentra entre las provincias de Toledo y Ciudad Real abarcando un total de seis municipios: Alcoba de los Montes, Horcajo de los Montes, Retuerta del Bullaque, Navas de Estena, Hontanar y Los Navalucillos. Todos ellos repletos de alojamientos con encanto, gentes hospitalarias y establecimientos hosteleros donde degustar la gastronomía típica manchega con platos como gachas, migas, pisto o carnes de caza.

Cabañeros sirve de hogar a grandes rapaces como el buitre negro o el águila imperial ibérica, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción, entre las que destaca el lince ibérico. Los mamíferos son parte fundamental de esta reserva, ciervos, corzos y gamos se mueven a su antojo entre zonas de raña.

El ciervo es el protagonista de uno de los espectáculos naturales más bonitos del país, la conocida como «berrea». Fenómeno  en el cual se produce el celo y apareamiento de los venados. Durante los meses de otoño es fácil observarlos y escuchar los berridos de los machos. Son continuas las peleas entre ellos chocando sus cornamentas con el fin de cubrir a las hembras.

Monells y el Bajo Ampurdán

El Bajo Ampurdán, en la provincia de Gerona, se consolida como una de las regiones más bellas de la geografía nacional, repleta de pueblecitos medievales que parecen parados en el tiempo y que transmiten calma y tranquilidad a sus visitantes. Todos estos pequeños núcleos urbanos presentan un denominador común, la piedra, elemento que marida a la perfección con el entorno. Paisaje llano que en los meses otoñales alcanza su máxima belleza, gracias a la paleta de colores que ofrecen los árboles caducos.

Visitar la región es el plan perfecto para realizar una escapada y disfrutar de la maravillosa gastronomía catalana, elaborada con mimo y buen gusto en cualquiera de sus restaurantes, muchos de ellos situados en típicas y familiares masías.

El coqueto pueblecito de Monells es uno de sus referentes, escenario de películas como Ocho apellidos catalanes, es considerado por muchos como el municipio más bello de la provincia. Razones no le faltan, su máximo atractivo es la Plaza Mayor, escoltada por edificios de piedra que dan cabida a corredores y arcos decorados por enredaderas. La iglesia, de estilo gótico y las murallas completan la visita a un pueblecito que años atrás, en el medievo, albergó un importante mercado, centro del comercio de la región.

Bosque de Muniellos y Fuentes del Narcea

El Bosque de Muniellos es una reserva natural integral situada en el suroeste del Principado de Asturias, ubicada dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Se afianza como el mayor robledal de España y de los mejor conservados de Europa. Además, destaca por albergar comunidades animales y vegetales únicas en el Viejo Continente.

Acoge un área de verdadera naturaleza virgen que en cada estación se transforma renaciendo de manera diferente, pero, sin duda es en otoño cuando su encanto alcanza el punto más álgido. Robles de diferentes especies, hayedos y abedules dominan el paraje donde también aparecen acebos y tejos que convierten la zona en un auténtico estallido de color para los sentidos.

Este paraíso asturiano yace rodeado de pueblecitos entre los que destaca Cangas del Narcea, como localidad más importante de la comarca. Allí no faltan las casas rurales cuidadas al detalle por sus propietarios que, en muchos casos son nativos de la zona y conocedores al detalle de cada rincón de Muniellos.

Todo aquel afortunado que hasta allí se acerque durante la caída de la hoja se llevará un centenar de fotografías, recuerdos inolvidables y posiblemente algún kilo de más, pues la gastronomía es uno de los tesoros del Principado. Guisos populares como potes y fabada, carnes de excelente calidad transformadas en cachopos o postres de leche elaborados a la perfección con recetas tradicionales que han ido pasando de generación en generación hacen las delicias de los paladares más exigente.

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