Ruta a las alturas del Mulhacén

Tocar el cielo cuando se llega a lo más alto. Una indescriptible sensación que se vincula a diversos ámbitos de la vida cotidiana, como el laboral, el social o el deportivo. Este último no atañe solamente a profesionales, sino a toda persona que cumpla una meta de severa dificultad. En Granada, una muy meritoria es coronar el Mulhacén.

El pico más elevado de toda la Península Ibérica es uno de los grandes atractivos de los senderistas y los alpinistas en el sur de España. Con 3.482 metros de altura, el Mulhacén se integra dentro del Parque Natural de Sierra Nevada. Cubierto de nieve a partir de los primeros copos que caen en la provincia tras el estío, el Mulhacén recibe a innumerables visitantes a lo largo de todo el año, deseosos de pasar una excelente jornada rodeados de naturaleza en plena montaña.

Aunque el recorrido cuenta con un severo desnivel, la excursión no cuenta con una dificultad extrema. Por supuesto, se recomienda llevarla a cabo con una buena condición física. La aventura comienza en la Central Eléctrica de la Cebadilla, situada a 1.550 metros de altura y a la que se puede acceder en coche desde Capileira, en la Alpujarra granadina. Concretamente, a través del sendero que se halla junto al río Naute. Los senderistas comenzarán a afrontar unafuerte pendiente, con tramos en zigzag y varias bifurcaciones.

Se deberá seguir en todo momento la señalética blanca y amarilla que guía el camino hasta el Cortijo de la Isla, donde habrá que cruzar el el río tras un breve descenso. Aquí será cuando la vegetación inunde la estampa, además de una sorprendente caída de agua en pleno barranco de Poqueira. Entonces, tocará tomar un desnivel ascendente bastante pronunciado que finalizará en el Refugio de Poqueira tras pasar por el Cortijo de Las Tomas, junto a la Acequia Baja.

Después de unas tres horas de camino, la expedición podrá descansar y reponer fuerzas de cara a proseguir con su subida al Mulhacén a la jornada siguiente. Es necesario llevar a cabo la reserva en el refugio para poder hacer uso de sus instalaciones. Desde allí, a unos 2.500 metros de altura, los visitantes proseguirán la expedición rumbo al río Mulhacén, donde se empezará con otra subida a lo largo de su cauce.

Tras una hora y media de recorrido, la Laguna del Majano, una de las tantas que componen el paraje, sale al encuentro de los caminantes. Junto a ella, el refugio de la Caldera, a más de 3.000 metros de altura, ofrece otra opción más de descanso. Situada muy próxima a la laguna del mismo nombre se halla el camino que sube al pico Mulhacén. En su cresta, el Collado del Ciervo ofrece unas vistas únicas de la pared norte. Una vez guardada la cámara de fotos, habrá que afrontar la última pero dura subida por la cara oeste.

A continuación, lo único que queda por hacer es respirar aire puro y disfrutar desde lo más alto de la península. El Mulhacén ofrece, por un lado, una panorámica espectacular, digna de los objetivos cumplidos, y, por otro, la posibilidad de sentir el cielo en la yema de los dedos.

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