El voto de cada uno

Todo el interés que unos ponen en que se les responda si el rival se coaligará con este o con aquél, lo desarrolla cada cual para no responder cuando se le pregunta mientras se niegan las evidencias de los pactos actuales y se sigue tratando de confundir a los electores que son los únicos que tienen perfecto derecho de saber qué se va a hacer con su voto cuando tras el recuento se siga sin mayoría. No veo yo a nadie acudiendo al colegio electoral, poniéndose ante la urna y matizando su voto. «Miren, yo voto a este, pero si no tiene mayoría, que mi voto sea para que se pacte con este otro... ni en pintura quiero que mi papeleta se utilice para que entre zutano o mengano, por más que el que la encabece se empeñe en interpretar mi elección.Basta con que sepa leer, cosa que también pongo en duda visto lo visto.Leer no es juntar letras y recitar palabras, es conocer lo que decimos, comprenderlo al menos».

Lamentablemente nuestros deseos volverán a caer en el pozo de quienes aseguren que han entendido el mensaje y actúen de acuerdo con lo que ya tengan previsto.Siempre ha sido así, desde aquella noche del balcón en el que el presidente González lo dijo para lanzarse luego en los brazos nacionalistas; lo mismo que después haría Aznar.

Yo, por si sirve de algo, si mi voto no sirviera para que hubiera una mayoría clara, quisiera insistir en que nadie lo utilizara de distinta manera al espíritu con el que se emite y miren, si no hay mayoría, pues que haya nuevas elecciones y no pueda presentarse ninguno de los candidatos que lo hayan hecho en las dos últimas convocatorias. O eso, o que habiliten en la papeleta una casilla en la que quede claro con quien quisiera que hubiera pacto en caso de no haber mayoría absoluta.

No caerá esa breva. El anhelo de poder no veta compañeros de viaje. Lo vemos en comunidades autónomas, en ayuntamientos, en diputaciones... por más que quienes ostentan la vara de mando aseguren que no es así y que ellos defienden las políticas que quienes les ayudan a gobernar quieren cortar de raíz y que cortarán en cuanto se les presente la oportunidad.

Aquí nos casamos con quien nos ofrezca beneficios sin importarnos las veces que tengamos que agacharnos o disimulemos mirando hacia otro lado. España es el único país del mundo que con tal de tocar pelo da lo mismo quien nos lo posibilite. Con esa intención nos mandan de nuevo a una cita electoral.Pasamos por las urnas para refrendar el mal uso que de nuestro voto son capaces de hacer los cinco comparecientes al debate, los cinco.