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Ilustración: Gaspar Meana

Viaje, ¿de estudios?

La Zaranda ·

Los seguidores de esta nueva fe del ocio aborregado son capaces de poner en peligro ya no solo su propia vida, sino la de quienes les rodean

Manuel Molina

Jaén

Domingo, 27 de junio 2021, 00:36

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Permitirán que no escriba desde la mojigatería, ni siquiera desde la sorpresa por el hecho de que miles de jóvenes se hayan marchado a Palma ... de Mallorca para realizar las fiestas de su vida bajo el eufemístico nombre, que siempre me ha sorprendido, de viaje de estudios. ¿De qué estudios? Nada que ver con aquella idea de principio del siglo XX en la que unos pocos pedagogos entendieron que la mejor manera de cambiar una sociedad residía en la enseñanza. En un país como España se debía partir desde el laicismo -menuda tarea- y desde la implantación de nuevas metodologías alejadas de la clase magistral. Entre aquellas nuevas ideas educativas Se promovió el viaje como parte del aprendizaje. Nuevas corrientes pedagógicas aún intentan vender aún esas ideas como si fuesen de ahora. En esos viajes, casi siempre a lugares con un patrimonio tanto histórico como natural destacado, se intentaba imbuir al alumnado de los valores que propiciaba un contexto singular. El profesorado aprovechaba tener menos rigidez que en el aula y un ambiente más distendido que la clase regular y transmitía, a la vez que enseñanza, algunos valores relacionados con lo que venimos a llamar ciudadanía.

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