El ritual de MI IDEAL
Jesús Lens
Granada
Domingo, 4 de diciembre 2022, 22:43
Hace unos días, en una de esas frías mañanas de sol tibio, estaba desayunando en una de mis cafeterías de cabecera del Zaidín mientras leía ... mi IDEAL. Impreso. Puntualizo lo de 'mi' IDEAL porque hay un hombre que, presa de un nervio rayano en síndrome de abstinencia, siempre me pide que le dé el periódico al terminar de leerlo.
Lo confunde con el de la casa. O eso dice él.
¡No vean lo a gusto que me quedo cuando le digo que no, que lo siento mucho, pero que ese IDEAL es MÍO! Y no vean, también, cómo enfatizo el posesivo, poniendo la voz del mismísimo Gollum cuando se refería a su tesoro.
Lo sé, lo sé. Soy un dinosaurio. En verano, mis sobrinas Julia y Carmela flipan con eso del periódico. Me ven salir en bicicleta por la mañana camino de Calahonda y volver una hora después, ya desayunado y con cara de satisfacción, diario en mano.
Después observan con estupefacción cómo hago recorticos, 'archivando' páginas de fino papel en los sitios más insospechados, y se miran igual que Asterix y Obelix cuando decían aquello de «¡Están locos estos romanos!», sin entender nada.
Leer el periódico en papel a la hora del desayuno, acompañado de uno o dos cafés y media tostada de aceite de oliva con buen jamón serrano, es uno de esos sencillos rituales que contribuyen a hacer la vida mejor. Estoy convencido de que una columna no suena lo mismo en papel que en digital, aunque ambas digan lo mismo. Igual que una entrevista tiene más musicalidad cuando la lees impresa que en pantalla.
Lo sé, lo sé. Todo esto no son más que marcianadas, chorradas de viejuno. Pero déjenme que yo me las crea, que no hago daño a nadie. A lo más, a ese otro yonki de la tinta al que tantas mañanas le niego el placer de la lectura de MI IDEAL.
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