Un proyecto de país

En la mente de la mayoría de todos ellos está que durante este corto, pero intenso, espacio de tiempo se han llevado a cabo más de mil medidas que afectan positivamente a la gente. Pese a las 27 leyes que se han visto frenadas por los tres partidos de la derecha de este país y por el independentismo en su interés particular y electoral, España ha avanzado y tiene un proyecto de cambio con una agenda social imparable. Y todo ello se ha hecho tras haber puesto la base de un nuevo crecimiento económico más justo y social.

Los socialistas hemos cumplido con los pensionistas, los jóvenes, las personas dependientes, los estudiantes, las mujeres, los parados de larga duración y otros colectivos vulnerables, con medidas que ha puesto en marcha durante estos ocho meses el Gobierno de España y con otras que fueron consignadas en los Presupuestos Generales del Estado. Entre ellas, la revalorización de sus pensiones a más de 10 millones de personas, la reversión de los recortes educativos, el Plan de Empleo Joven, el compromiso con los autónomos, y una serie de iniciativas urgentes contra la bajada de la luz, el impulso a la innovación y la ciencia, o una subida salarial para el funcionariado.

Se trata de medidas sociales y pensando en la gente, como lo son, además, la subida del salario mínimo y la aprobación de reales decretos en temas como el impuesto hipotecario, planes de reindustrialización o la nueva Ley del Deporte, entre otras muchas actuaciones.

Por eso, tras esta gran oportunidad de poder mejorar la vida de millones de personas, que se ha perdido por la irresponsabilidad de las derechas e independentistas, los socialistas sí podemos mirar a la cara de millones de españoles.

Los presupuestos que han sido bloqueados y el resto de medidas adoptadas o en proyecto recogen el ADN socialista y seguirán constituyendo nuestro compromiso con la ciudadanía y nuestro proyecto de país. Los socialistas creemos en la justicia social, en la igualdad, las libertades, el progreso, la dignidad laboral, el crecimiento y el fortalecimiento de la cohesión social.

Con todas estas medidas, con esta hoja de servicios de tan sólo ocho meses, es posible recuperar la política útil para la ciudadanía. España es de sus ciudadanos y ciudadanas y ahora les toca a ellos y a ellas decidir entre volver al pasado y a la foto en blanco y negro, con una imagen de crispación, de recortes y de enfrentamientos entre los españoles o, al contrario, si prefieren optan por el progreso y por el avance de un país a costa del diálogo y de la justicia social.