Propaganda
Ad Líbitum ·
El desgobierno reclama empatía, pero es incapaz de pedir perdón y reconocer la chapucera e imprudente improvisaciónjavier pereda pereda
Viernes, 24 de abril 2020, 03:26
El Gobierno social-comunista está realizando un denodado esfuerzo en la propaganda, más que en la solución efectiva de la crisis sanitaria. Parecen imitar al ... ministro de la Propaganda del partido nacional-socialista, Joseph Goebells, para quien «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad». De ahí las constantes andanadas totalitarias para amordazar y monitorizar a la opinión pública y la oposición, incompatibles con una verdadera democracia. Por eso, no es de extrañar el contagio liberticida a la Benemérita, una de las instituciones mejor valoradas, cuando que el jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, confiesa que «Se trabaja en minimizar daños al Gobierno». Este general, sujeto a la obediencia debida, es desautorizado por el ministro del interior, Grande-Marlaska, que califica de lapsus esta sincera y premeditada alocución.
Los gestores del Covid-8M, siguiendo la máxima de Sun Tzu en 'El arte de la guerra' de que la mejor defensa es un buen ataque, pretenden blindarse de las críticas a su calamitosa gestión, calificando de bulo cualquier reproche. El desgobierno reclama empatía, pero es incapaz de pedir perdón y reconocer la chapucera e imprudente improvisación. El frente de batalla contra la pandemia, en vez de situarlo en facilitar medios a los facultativos, se está librando en las televisiones; a dos (múltiplo de 3) se les obsequia con quince millones de euros, y se contrata empresas afines y pastueñas: 'Newtral', 'Efe Verifica' o 'Maldita.es'. (más bien lo último, por la inexistente neutralidad y comprobación). Los bulos gubernamentales en Twitter son escandalosos, con cientos de seguidores falsos del presidente o del ministerio de sanidad; o el recuento de víctimas que pueden ser el doble y que ocultan las televisiones. La diferencia entre la canciller alemana, Angela Merkel y el Doctor Sánchez es que la primera sólo necesita cinco minutos para explicar su gestión, con un 1,4% de letalidad en su país; el segundo, en su programa semanal de 'Aló Presidente', no baja de una hora delante de la cámara, con una tasa del 10%. Los ciudadanos quieren que la Administración no se convierta en un sainete, en un camarote de los hermanos Marx, con la obtención de mascarillas, test (la salvación de Corea del Sur) y la puesta en marcha del tejido productivo. Después del alarmante recorte de libertades -el TS acaba de admitir un recurso contra el decreto de estado de alarma por vulneración de derechos fundamentales-, el arúspice áulico demoscópico induce con su pregunta favorecer una sola fuente oficial.
La unanimidad que preconizan (síndrome del boxeador sonado), siguiendo a Carl Schmitt, no es más que una añagaza para desactivar a una condescendiente oposición. Ante el abusivo confinamiento, se dan bandazos contradictorios de incompetencia como la esperpéntica desescalada de los niños o mantener la prohibición al deporte individual; Nadal sugiere la puesta en funcionamiento del tenis sin espectadores. Según el CIS de Tezanos, existe un 19,5% de católicos practicantes durante el coronavirus; éstos son un clamor que grita al cielo, ante la 'Realpolitik'.
Después del 'santo encierro' y superados cuarenta días de ayuno, reclaman libre y respetuosamente de la autoridad eclesiástica recibir el 'maná' del cielo, porque no pueden caminar con hambre bajo el sol. Junto con la reincorporación al mercado laboral de determinadas profesiones, el comienzo de la actividad deportiva individual o la provisión de vituallas necesarias, no es menos urgente y necesaria la progresiva apertura de las iglesias.
En este tiempo de prueba -mejor que de castigo-, se hace más acuciante la celebración de la Eucaristía y atender las necesidades espirituales. En todos los casos habrá que cuidar las distancias de contagio y las medidas de protección. En ningún momento este decreto prohíbe el derecho a la libertad religiosa (sería contraria a Derecho), pese a algunos graves errores interpretativos en su aplicación. La CEE no precisa permiso alguno para reabrir el culto; es encomiable que la diócesis de Alcalá de Henares haya resistido a la presión para cerrar las parroquias. Existe el peligro de una desafección de católicos al no sentir el aliento de sus pastores. Es sintomático que los católicos no practicantes (41,7%) hayan disminuido en cinco puntos. El pueblo de Israel murmuraba contra Moisés y Aarón porque carecían de alimento para atravesar el desierto. Ahora cerca de diez millones de católicos reclaman al menos unos 'servicios mínimos' para no fenecer por inacción espiritual.
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