La presa de Rules y la Cumbre sobre el Clima de Madrid

Este embalse, cuyo fin principal es el del abastecimiento a las poblaciones y riego de la costa de Granada, desde Cantarriján a Castillo de Huarea, dispone de un aprovechamiento hidroeléctrico del salto de agua creado por el embalse y cuyo emplazamiento se puede ver en la margen derecha del pie de presa, un habitáculo rectangular, vacío, para albergar uno o dos grupos de turbina-generador .

Desde la fecha de terminación, mayo de 2005, vierte por los desagües de fondo entre 2.500 y 3.000 litros/segundo todo los segundos de los 365 días del año para la demanda del riego de las vegas de Motril-Carchuna, Salobreña y Castel de Ferro, explotación obligada porque la inercia de las conducciones en canal hacen imposible el suministro a la demanda, únicamente garantizado por conducciones en presión, o sea, mediante tuberías.

Una sencilla operación aritmética del cálculo de la potencia del salto da como resultado, considerando un desnivel de 60 m y un caudal medio de 2.750 litros/sg, 1.617 kwh equivalentes a 14,16 millones de kwh y año, energía que año tras año se disipa por los desagües de fondo sin aprovechamiento alguno. Si consideramos que se trata de una energía de alta calidad y limpia, recurso del que en estos días tanto se habla en la Cumbre del Clima, habrían de preguntarse los responsables de la toma de decisiones, que no son otros que los políticos de la Junta de Andalucía, que, por qué en quince años no se tomó el acuerdo de poner en marcha y aprovechar este recurso, que aunque modesto, podía, por ejemplo, coadyuvar a la financiación de las tuberías de Rules mediante el canon de explotación de la central.

Y llegado a este punto no podemos dejar pasar por alto el tema de las conducciones, reclamadas, y con sobrada razón, por los beneficiarios inmediatos, como son los regantes de la costa de Granada.

El ingeniero de caminos D. Antonio Nevot Pérez, granadino de Capileira, autor del proyecto de la presa de Rules y director de la Obra, fallecido hace dos años, a la par que se ocupaba de la dirección la construcción de la presa, estudió y desarrolló el anteproyecto de las conducciones tanto de Rules como de Béznar para garantizar y ampliar hasta la cota 400 en toda la costa de Granada. Dado el celo, la competencia, el cariño a su tierra y a su profesión de este ingeniero, dicho anteproyecto, salvado el trámite de evaluación ambiental, se podía haber elevado a proyecto de construcción y licitar las obras, con lo que hoy, quince años después las conducciones serían historia, pero no fue así. Las administraciones central y autonómica, haciendo buenas las argucias del mal pagador, se inventaron sucesivos convenios para la ejecución de las obras en los años 2006, 2011 y 2012, convenios que nunca se respetaron y lo que es peor, nadie, absolutamente nadie, denunció el incumplimiento de los mismos. Después llegaron los estudios y más estudios para finalmente encomendar a la empresa pública Acuaes la redacción del proyecto de las conducciones, troceado en tramos parciales, con el fin someter a evaluación ambiental los mismos y proceder a su licitación (¿). La situación actual es, que después de quince años, el sistema Béznar-Rules solo híper-garantiza los riegos tradicionales de las vegas de Motril, Salobreña y Castell de Ferro y el abastecimiento de agua potable a Almuñécar, además de laminar las avenidas del río Guadalfeo evitando daños aguas abajo de la presa.

Es cierto que las conducciones están declaradas de interés general y por tanto son de competencia estatal pero esta competencia, aunque exclusiva no es excluyente, o sea, no inhabilita a la comunidad autónoma andaluza a su colaboración económica sino que por el contrario puede hacer de palanca impulsora para la ejecución de las obras.

Riegos y energía deben ser las dos prioridades fundamentales para los gobiernos estatal y autonómico impulsando la riqueza potencial de extensas zonas, hoy baldías, con el aguacate y con el valor añadido de su reforestación con frutales, en definitiva, con árboles tan ansiados.

Ahorro de agua, reforestación, energía limpia y creación de riqueza. Así se cumplirían uno de los objetivos de la reunión por el Clima en Madrid. Lo demás son 'cuentos chinos'.