Desde que empezó la guerra de Ucrania por la invasión rusa, los precios se han disparado al alza en el mundo entero, subiendo prácticamente todo ... de una manera desmesurada, que han puesto a temblar a las economías de la gran mayoría de países. Pues como estamos viendo, esta subida de precios está llevando consigo un fuerte incremento de la inflación en casi todo el mundo. Creciendo a niveles que hacia décadas que ni siquiera se conocían, provocada principalmente por las subidas de los combustibles, la electricidad, los alimentos y las materias primas, algo que viene a tocar de lleno los pilares más básicos de cualquier economía.
Muchos de nosotros nos preguntamos, una y otra vez, sí realmente está justificada tan desmesurada subida de estas materias primas. Justificación que desde mi modesto punto de vista es inexistente y no se sostiene por la guerra de Ucrania tras la invasión Rusa, puesto que muchas de estas materias primas estaban producidas y guardadas en almacenes que ahora afloran con una gran especulación de ellas por parte de grandes multinacionales, que sin piedad alguna vienen a meternos la mano en el bolsillo a población del mundo entero.
Es inconcebible que se esté pagando un precio de casi tres euros por cada litro de aceite de girasol, cuando la pipa de girasol que ha producido ese aceite lleva casi un año recolectada y muchas de ellas transformadas en el aceite de girasol que ahora se envasa en la botella a esos casi tres euros por cada litro, produciendo unos beneficios a las industrias transformadoras bastante elevados al jugar con una especulación de un alto porcentaje, que lo único que hace es empobrecernos a la sociedad y llenar las arcas de estas industrias y de los grandes capitales que están detrás de ellas.
No tiene razón de ser que con precios del barril de petróleo mucho más bajos que hace unos años, tengamos la gasolina y el gasoil a casi el doble del año pasado. No tiene que ser uno demasiado listo para darse cuenta que en la cadena de valor algo está fallando para que los consumidores tengamos que estar pagando los combustibles a los niveles que los estamos pagando en la actualidad y menos mal, que de alguna manera se han visto atenuados por las medidas que el Gobierno puso en marcha, para los transportistas y los consumidores en general.
Con estos precios por la nubes estamos en la antesala de lo que puede ser una de las mayores catástrofes económicas a nivel mundial, que como ya digo, están llevando la inflación a niveles insospechados y que hace unos años nadie podría vaticinar que esto ocurriría así, y que en el año 2022, tendríamos una guerra en las puertas de la Unión Europea. Esta es la excusa perfecta para que especuladores vengan hacer su agosto y salir de todo este maremágnum mucho más reforzados y por supuesto con su arcas bastante repletas.
Quizás haciendo una reflexión más profunda podríamos pensar que este sistema capitalista está caduco o necesitado de una profunda revisión a nivel mundial para que aprendiendo de los errores cometidos de un tiempo a esta parte, podamos mejorar y tener un sistema económico que nos permita vivir sin tanto sobresalto.
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