Polución
Puerta Purchena ·
«Durante el año 2018, la calidad del aire en las estaciones de Bédar y Rodalquilar fue mala uno de cada dos días»En Almería estamos muy orgullosos de nuestro cielo, más limpio que en otros lugares. Eso a pesar de ciertas anomalías en nuestro medio ambiente que ... no son para presumir. Ya sabe usted a lo que me refiero: malos humos de los coches y olvido casi por completo de nuestros espacios abiertos. Me refiero a esas basuras que se acumulan por doquier tan pronto uno sale de la zona habitada. Yo, que tengo la mala costumbre de viajar en autobús y disponer por ello de una visión completa del paisaje, no hago más que lamentar la suciedad que se aprecia en cualquier terreno o descampado. Ya no es que falten árboles; es que predominan los plásticos más diversos, agarrados a los matojos que crecen a su aire. En un descampado en forma de plaza inhóspita cercana a mi casa crecen impertinentes las cañas y las hierbas que llegan a alcanzar altura considerable. De vez en cuando, un equipo de adecentamiento limpia el lugar. Pero es cosa efímera. Con la constancia que caracteriza a muchos elementos de la geografía, vuelve a crecer todo pasado poco tiempo. Y, entre la anárquica vegetación que se extiende por el espacio, los peatones nos hemos hecho una vereda para evitar el rodeo que impone la 'urbanización' de la zona. Es aquello que dijo el poeta: 'se hace camino al andar'. Hubo una vez un indicio de que todo se iba a arreglar. Algo de arena y algún otro material nos indujeron a los ingenuos a pensar que se iba a urbanizar el espacio. Pero, con el paso del tiempo, el tránsito humano y perruno volvió a restablecer el status 'natural'.
Así las cosas, el otro día Miguel Cárceles publica en este diario que el Levante almeriense es el que está más contaminado de todo el país. Se dice pronto. No creo que sea por culpa del Cabo de Gata, al menos solo por esta zona. Aunque se habla de Rodalquilar, por ejemplo. Quién nos lo iba a decir. Un sitio por el que se pelean muchos forasteros y resulta que está contaminado. Claro que siempre cabe dudar de la exactitud de la afirmación, pero lo dice la organización Ecologistas en Acción y usted ya verá si le parece creíble. El caso es que se dan datos. Y se dice, por ejemplo, que durante el año 2018, la calidad del aire en las estaciones de Bédar y Rodalquilar fue mala uno de cada dos días. Caramba.
El caso es que el organismo competente para ello en la Junta de Andalucía asegura que los niveles están por debajo de los límites. Lo cual no reconforta ni alivia si -como se dice en el informe de la organización ecologista-, no se han hecho las catas en toda la zona que correspondía. Vaya, esto suena a chanchullo. Las mediciones a las que me estoy refiriendo se centran en el ozono troposférico. Con ese nombre uno se despista y piensa en cosas raras. Pero es que la troposfera es la zona de la atmósfera más en contacto con los humanos; es decir, hablamos del aire que usted y yo respiramos. Así que el asunto es más que preocupante. Nos van a tener que aplicar eso de: 'dime de qué presumes y te diré de qué careces'.
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