Plásticos de mercadillo
PUERTA PURCHENA ·
«Lo que tiene que desaparecer desde ya, es esa estampa lamentable y plastificada del día después de un mercadillo»Elena Sevillano
Almería
Lunes, 1 de julio 2019, 13:26
Para saber qué día toca mercadillo dónde, además de mirarlo en la web del Ayuntamiento, se puede hacer una investigación más de campo: recorrer las ... ubicaciones donde se instalan, como el aparcamiento de los Juegos Mediterráneos o el camino sin salida que desemboca en la rotonda de El Alquián. Si usted ve que cualquiera de esos sitios está lleno, abarrotado de plástico, ya lo tiene: el día anterior hubo mercadillo. Por supuesto que es mucho más rápida y cómoda la opción de la consulta en la web, pero comprobar in situ toda la basura cualquier cosa menos biodegradable que deja a su paso, de verdad que merece la pena, por lo revelador que resulta. A lo mejor viéndolo tomábamos conciencia del desastre.
Hace dos o tres miércoles pasé por la rotonda del estadio y allí estaba todo el plástico engarranchado a las vallas, como plantas trepadoras. No tenían nada de poético, por más que se empeñe la película American Beauty y su famosa secuencia de bolsas danzarinas. Porque toda esa porquería terminará, antes que después (ese día más bien antes, porque soplaba bastante viento) en el mar, ahogando playas, océanos, peces. Luego nos llevamos las manos a la cabeza viendo en Youtube las islas recauchutadas que han nacido en el Pacífico o el Atlántico, y a los niños recogiendo envases y latas de la arena y regañando a los adultos. Movemos la cabeza diciendo, «hay que ver, que nos estamos cargando los mares». Y luego nos acordamos de que nos hemos quedado sin pimientos y nos vamos al mercadillo a que nos los pongan a sudar en una de esas características bolsas verdes.
He leído que las asociaciones ecologistas de la provincia de Cádiz se están movilizando contra este disparate y piden que directamente se prohiban las bolsas. Al tratarse de espacios al aire libre, algunos cerca del mar, se pone más complicado controlar que no se vuelen y asegurar su correcta gestión y reciclaje.
Desde hace más de un año, cualquier comercio cobra por las bolsas de plástico de un grosor determinado. La última vez que acudí a un mercadillo fue hace meses, pero, desde luego, menos de un año. El frutero se ofreció a envolverme mi compra en plástico, me negué (llevaba la mía de tela) y me dijo, «pero si son gratis». Mi pregunta es, ¿esto es así por norma general, o fue aquel frutero, que se sintió rumboso? ¿Por qué el Ayuntamiento no obliga a los vendedores de sus mercadillos municipales a cobrar por las bolsas? ¿Por qué una norma que funciona en unos comercios no lo hace en otros? ¿Tan difícil es que la medida sea la misma para todos? No son preguntas retóricas, ni trampa, de verdad que no. Simplemente, desconozco los motivos, y me gustaría saberlos.
Lo que tiene que desaparecer desde ya, es esa estampa lamentable y plastificada del día después de un mercadillo. Es de una vergüenza insostenible.
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