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Ningún pequeño paso

Lunes, 22 de julio 2019, 00:26

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Ayer se cumplieron cincuenta años desde el día en que un hombre no pisó la Luna. El ser humano -como concepto- sí dejó su huella ... en el satélite aquella madrugada, y cuando Neil Armstrong pronunció las palabras que quedarían para la posteridad, se refirió a una Humanidad escrita con hache mayúscula. Aquel día hubo muchos hombres y mujeres que, como cada día de sus vidas pequeñas, no pisaron la Luna; pero entre todos ellos hubo un tipo en concreto que la pisó menos que el resto: Michael Collins, uno de los tres astronautas del Apolo XI, permaneció en el interior de la nave, como el conductor de un autobús escolar en una excursión a Cabárceno, mientras sus dos compañeros pegaban brincos y clavaban banderas en el Mar de la Tranquilidad. Tras años de estudio y de preparación física, y después de un viaje espacial de más de cien horas, ni el meñique sacó por la escotilla: como la vida misma.

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