Almería es el lejano oeste. Lo ha sido desde que la industria del cine escogió nuestros escenarios naturales para dar vida a infinidad de películas ... de indios y vaqueros, esas en las que se batían en duelo a golpe de revolver o fumaban en pipa para sellar la paz. Todos los grandes, con Clint Eastwood y Sergio Leone como principales protagonistas, convirtieron Tabernas en Arizona, Texas u Oregón. De todo aquello hoy queda un importante patrimonio audiovisual, pero también gran parte de los decorados en los que se desarrolló cada acción.
Nuestra tierra ha cambiado mucho a lo largo de las últimas décadas, pero si en algo nos seguimos pareciendo a los legendarios westerns, es en las comunicaciones ferroviarias. No puede ser más acertada la iniciativa puesta en marcha por el movimiento 'Quiero Corredor' que ha llegado hasta el centro de la ciudad para decir a las claras que Almería es una «tierra lejana olvidada» en este sentido. Una iniciativa que culminará en unas semanas con un nuevo acto reivindicativo de la Cámara de Comercio de Almería en uno de los escenarios más icónicos del desierto de Tabernas.
En los últimos días he participado en foros sobre turismo y agricultura y en todos se ha puesto de manifiesto la necesidad de insistir en la mejora de las comunicaciones de la provincia. Lo del tren no es que sea olvido, con el paso de los años se ha convertido en un abuso para todos los ciudadanos. Lo mismo sucede con los vuelos, sujetos a precios muy elevados y frecuencias insuficientes. Es un clamor, no podemos esperar más para contar con las mismas oportunidades que otros territorios que ya disfrutan de infraestructuras del siglo XXI.
Mañana mismo abre sus puertas en Madrid la feria más importante del año para el sector hortofrutícola. Almería es el origen más y mejor representado en Fruit Attraction, un evento que ya es el más grande de IFEMA, habiendo superado a FITUR. Cientos de almerienses se desplazan desde hoy y hasta el jueves a la capital de España para reunirse con clientes de todo el mundo. Los problemas para encontrar avión son habituales. La alternativa sólo es el coche. Viajar en tren o en autobús supone perder un día entero. Algunos se acercan en su vehículo hasta Málaga y desde allí toman el AVE, para regresar por la misma vía.
Más de 500 camiones salen de Almería cada día cargados de frutas y hortalizas frescas. Si no fuera por ellos no habría podido desarrollarse la producción en los invernaderos solares como lo ha hecho hasta ahora. Nuestros agricultores han suplido las carencias en materia de comunicaciones a golpe de volante y deposito de gasoil. Daba igual cuál fuera el destino. Hasta Rusia llegaban nuestros tomates cuando Putin nos dejaba atravesar sus fronteras.
Hoy, con los precios del combustible por las nubes y la necesidad de reducir la huella de carbono, se hace indispensable compatibilizar diferentes medios de transporte. El tren debe jugar aquí un papel fundamental. En el mejor de los casos, hasta 2026 no veremos la conexión ferroviaria entre Almería y el levante español. Nos tocará tirar de esfuerzo e imaginación para que nuestras hortalizas sigan alimentando a más de 500 millones de europeos cada campaña.
Qué quieren que les diga, no entiendo cómo el Corredor Mediterráneo, dada la importancia que tiene nuestra modelo agrícola, como proveedor de vegetales frescos en la UE, no ha sido declarado de interés público y se ha impulsado por unanimidad desde Madrid y desde Bruselas. Aquí seguimos, con un tren que anda menos que aquellas diligencias que asaltaban los malos en los Spaghetti Western de los 60 y los 70.
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