Olor a azahar y a adelanto electoral

Con todo, la principal novedad de esa Sevilla en azahar es que Bendodo Films cambia de estudios cinematográficos, una vez preste sus últimos servicios a Juanma, las elecciones autonómicas, que podrían convocarse en breve para el 12 o el 19 de junio si no fuera porque el mismo viernes Juan Marín dijera en entrevista en ABC que nones («No habrá elecciones en junio. El compromiso del presidente conmigo es que las elecciones se convoquen cuando termine el primer período de sesiones. Es decir, a partir de septiembre. Ahora no es el momento»).

En breve se verá pues el mejor momento para el PP es ahora, con la euforia de Sevilla, Espadas dándose aún a conocer y Macarena Olona aún por llegar.

Abril aguas mil. También espera, desespera, el nombramiento de los candidatos a las alcaldías del PP, sobre todo allí donde no gobierna y donde hay candidato nuevo, novísimo, como el de Jaén, secretario general de Empleo por más señas, González Romo, que tiene la bendición del PP andaluz y solo un año para hacerlo todo: darse a conocer, equipos, precampaña, campaña.

El actual portavoz, el contable Manuel Bonilla, podría dar el salto a la Junta como delegado, en caso de que gobernasen los mismos. Un salto, por tanto, con riesgo, pero menos que ir en una lista cremallera al Parlamento andaluz, donde los tres primeros puestos parecen ya reservados: Juan Bravo 'Juanele', más jienense que nunca estos días; Catalina García 'Lina' y Erik Domínguez, el presidente provincial. Bonilla tiene más perfil de gestor que de parlamentario, pero tiene su riesgos

El lunes comenzó con una asamblea general de la CEJ de Bartolomé González, que registró un exitoso y vespertino lleno de empresarios de la tierra y de políticos en precampaña, o no. La estrella invitada fue el presidente nacional de la pequeña y mediana empresa (Cepyme) y vicepresidente de la CEOE, Gerardo Cuerva, uno de los firmantes de la reciente reforma laboral, por lo que había interés en escucharle. Y no defraudó a quienes esperaban un reparto de estopa al Gobierno, pues, aunque hubo para todos, el reparto fue desigual. Que se lo digan a la subdelegada del Gobierno en Jaén, allí en primera fila, y que cuando le tocó hablar prefirió ceñirse al guion escrito, mientras que el alcalde, que cerró el acto y que, para alivio de los presentes, declinó saludar de nuevo, una por una, a las autoridades ya presentes, ya varias veces saludadas, optó por improvisar para aliviar, y también para devolver, sibilinas, sedosas, algunas de las invectivas envueltas en celofán. Como cuando vino a decir que si gestionar una empresa no es fácil en tiempos revueltos como los presentes y recientes, tampoco lo es gestionar una administración pública, saliendo en defensa de la clase política en general, y sálvase el que pueda. O cuando apuntó, con acuse de recibo, que Jaén es la única capital de provincia sin Cámara de Comercio e Industria.

Pullitas de ida y vuelta, como las habaneras, todo muy sutil, muy elegante y muy correcto, acorde con la escenografía.

La otra estrella invitada fue el rector de la Universidad, protagonista a su pesar en los últimos días tras el golpe en la mesa que dio contra el modelo financiero para las universidades públicas andaluzas que ha ideado el consejero de Universidades. Todo fueron guiños y apoyos a él y a la UJA, como está haciendo la sociedad jienense en su conjunto. En vísperas de las primeras protestas en la calle, el PP y Cs aumentan las gestiones para modificar ese 'borrador', que no es un borrador, ya que las universidades beneficiarias no quieren soltarlo. Y ahí está el escollo.