Muertes indebidas
Puerta Purchena ·
8.370 personas de esta provincia tuvieron el año pasado accidentes laborales con baja médicaCOVADONGA PORRÚA
Lunes, 25 de marzo 2019, 23:58
Todas duelen. Pero quizás algunas duelan más. Y es que hay varios tipos de muertes. Las que no afectan al orden natural. Las que te ... esperas. Las de nuestros mayores, por ejemplo. Los que nos preceden, con lo que, con más o menos tiempo, podemos prepararnos.
Luego están las ilógicas. Las que, precisamente por lo mismo, atentan contra lo que esperamos. Las muertes de los hijos, los sobrinos, los jóvenes que nos vienen por detrás. Esas que te sobrecogen y te dejan malherido para siempre. Enfermedades malditas, fulminantes. Accidentes de tráfico, suicidios...
Y ente estas últimas, otra categoría más. Que no tiene reparos en afectar a cualquier edad. Ilógica, además de absurda. Porque bastante es ya salir cada día de casa, enfrentarse a 7, 8, 9 horas de ajetreo, estrés o tedio, sólo con el fin último de permitirse luego vivir y que vivan los suyos... Y no lograrlo.
Despedirse como cada mañana, con el roce cotidiano de los labios en las mejillas amadas, el portazo apresurado, sin saber que no se repetirá jamás.
Morir en el tajo.
En lo que va de año, 4 personas han perdido la vida en su trabajo. Más de uno por mes. El (espero) último, este mismo fin de semana en la Michelin. Un hombre de 38 años moría manipulando ruedas de gran tamaño. Otro compañero resultaba herido también. Es el segundo accidente mortal que sufre la planta de pruebas de Níjar desde 2018.
Y eso que, dicen los sindicatos, la multinacional es de las que cumple con los protocolos de seguridad.
Pero algo está fallando. Porque, advierten también las centrales sindicales, el número de accidentes se ha disparado desde el inicio de la crisis. 8.370 personas de esta provincia tuvieron el año pasado accidentes laborales con baja médica. En una provincia con una tasa de paro cercana al 20%, es una cifra preocupantemente alta.
La mayoría, menos mal, suelen ser accidentes leves. Pero también los hubo y los hay con graves consecuencias y secuelas. Espantosamente, diez de esas personas murieron en el curro.
Los accidentes peores y más frecuentes se producen entre las subcontratas. Esas empresas externas que realizan trabajos para otras más grandes.
Y las causas de todo este drama, varias. Empresarios que no cumplen con las normas de seguridad. Trabajadores que tampoco las aplican y dejan de lado imprudentemente mascarillas, cascos, chalecos y arneses. Falta de dinero que ha provocado que se despida o no se contrate en plantilla a los que antes velaban por la seguridad de todos... Y también, dicen, falta de medios suficientes en las Administraciones, que no dan a basto con el personal que tienen.
El año pasado los técnicos de la Junta realizaron 653 inspecciones a empresas de nuestra provincia. Y llevaron a 44 empresas a la Fiscalía para que investigase otros tantos accidentes...
Ojalá que no tengan que hacerlo nunca más. Que no haya más sillas vacías en la mesa de ninguna casa a la hora de la cena.
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