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Movilidad y arraigo

Editorial ·

Domingo, 6 de octubre 2019, 04:47

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La movilidad geográfica de los trabajadores es una condición impuesta por el desarrollo industrial y económico, de la que depende en buena medida la tasa de ocupación; pero que en nuestro país se topa con un notable arraigo territorial de las personas, vinculado fundamentalmente a la persistencia de fuertes vínculos familiares. Una cuarta parte de los contratos firmados en 2018 implicaron movilidad geográfica, aunque el cambio de residencia de los ocupados en España se ha situado en el 2,6%. El arraigo personal y familiar constituye un freno a la hora de equilibrar la oferta y la demanda –potencial y real– de puestos de trabajo. Pero también representa un factor de bienestar difícil de reemplazar, especialmente importante durante los períodos de crisis y en cuanto al mantenimiento de cuidados mutuos. Aspectos de una dimensión económica innegable en términos de natalidad y ahorro familiar.

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