La Carrera

Mujeres con agenda propia

El proyecto neoliberal está totalmente comprometido con la familia ya que constituye un elemento central para el desmantelamiento del gasto social

María Jesús Martín González

Jaén

Sábado, 3 de febrero 2024, 00:10

Pasear por un mar bravo con olas que chocan contra las rocas, pasear bajo un arbolado o por un rincón especial donde se acude para ... pensar. Porque para pensar hace falta tranquilidad, hay que dudar de todo lo que quieren imponer, confrontar ideas con otras personas. Se ha podido leer que el 31 de enero de hace cuarenta años, en aquel 1984, fue el último programa de Elena Francis. Ese programa de radio adoctrinaba de forma sutil y directa a las mujeres de este país. Pero es significativo que esa escuela de domesticar siga en 2023 con influencers en redes y en televisión, youtubers machistas que expresan ideas que coinciden con las de aquella Elena Francis. Abran los ojos y piensen, hoy siguen queriendo mujeres sumisas, calladas, obedientes y sin libertad.

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En la configuración de las confluencias de izquierdas, entre 2019 y 2023, se instrumentalizan movimientos y sus instituciones porque asumen la agenda institucional y mediática. Hoy es vital establecer agenda y crear conflictos en un sindicalismo social, vivienda, laboral, trabajo reproductivo, ayuda a domicilio, dependencia, para adoptar una agenda propia donde está la precariedad. Dando lugar a alianzas para situar esas prioridades en espacios de militancia para tener presencia en la agenda política. Desde instituciones propias, desde las que generar ese poder necesario para hacer demandas al Estado, no concesiones a las políticas de turno, que en ocasiones son ocurrencias. Procesos de transformación, no más instrumentalización para aprobar leyes contra los objetivos de autonomía de las mujeres, de aquellas que más lo necesitan, luchas contra las violencias y la opresión. Políticas de redistribución de la riqueza, vivienda y empleo para la independencia económica, la protección de derechos civiles, la ampliación de la democracia y la impugnación de la ley mordaza.

Melinda Cooper, profesora de Sociología en la universidad Australia, ha estado en Madrid. Ha explicado las últimas investigaciones sobre cómo el proyecto neoliberal está totalmente comprometido con la familia ya que constituye un elemento central para el desmantelamiento del gasto social. Predicar los cuidados a las mujeres es una forma de masoquismo político. La izquierda tiene que ir más allá del estado del bienestar y presionar para que se amplíe el salario social. Volcaría mis energías políticas en la lucha por la seguridad social en vez de mejorar seguros y fondos privados, vinculados a la empresa en la que se trabaja.

Hay preguntas que no se han formulado y se ha aceptado un sí. Katherine Ángel dice: ¿Si un «no» es irrelevante, cómo va a ser relevante un «si»? Butler: pediría al derecho que sepa «contextualizar la sexualidad»; es decir, que sepa cuándo no es posible decir que no y cuándo sí es posible decirlo. Para Clara Serra el horizonte del «no es no» es inseparable de la libertad sexual. Porque solo conservando la posibilidad de decir que no, hace del consentimiento un criterio realmente válido y vinculante, podremos conservar eso que tanto nuestros noes como nuestros síes son válidos y que, por tanto deben ser respetados por los hombres y por el Estado. El tema afirmativo no rompe con los estereotipos patriarcales, los consolida y refuerza.

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