El Pepé depende de Junts

Hablando del ente, es curiosa la polémica desatada en la derecha saltimbanqui por un artículo que escribió Pons sobre el presidente norteamericano y la obispa que le reprendió. Leías los comentarios en redes sociales y parecía como si este ridículo vividor de la política hubiese pronunciado una declaración de guerra contra el Papa y contra la Casa Blanca. Es lo que tiene esta era de histeria digital, donde casi todo lo banal se magnifica y luego lo esencial pasa desapercibido, llegando luego las sorpresas inevitables de la realidad hecha pared. Porque, fuera de las redes sociales, ¿a quién le va a importar lo que escriba nadie en un artículo de opinión? Si por importar no importa ni lo que diga Feijoy en un desayuno de estos informativos, que ponen muy buen zumo y seguramente selecta bollería. Por eso van las élites a pelotear a los ponentes, no por otra cosa.

Creo, sinceramente, que el Pepé Today cometió un error creyendo que tumbando el decreto ómnibus iba a dañar al Gobierno y conseguir salir a hombros en la opinión pública; y queda aún más desacreditado cuando tras dictarse un nuevo decreto al capricho de Junts, parece que sí va a votar a favor «para salvar las pensiones», o no sé qué chorradas nos contarán estos días los tellados y los bendodos. Desde luego, lo que ha quedado claro es que quien dirige el destino de los españoles es un partido que los odia. Y, además, que no solo el PSOE está sometido a las humillaciones que quiera infringirle Puigdemont sino que el Pepé también es un siervo dependiente de Junts. Lamento decirlo, pero Raxoi es un colaborador necesario de la fuerza para el chantaje del separatismo catalán de derechas.

Precisamente la semana pasada apareció Rajoy, el original, para presentar un libro sobre sus mejores discursos (risas histéricas enlatadas) demostrando que ni el personaje ha conocido en su vida la vergüenza ni en el PP existe algún tipo de pudor político. Eso sí, me consta que no asistió de invitado a la presentación el bolso de Soraya, ese que ocupó su escaño en uno de los símbolos más indignos y más cobardes de toda la historia democrática española.

Llegados a este punto, lo importante es que las pensiones de este cobarde indigno y los que le aplaudían no estarán nunca comprometidas. Mientras, no existe un debate serio sobre la sostenibilidad del sistema- como dicen los cursis- porque aquí los ministros del gobierno se dedican a contarnos que las mujeres tenían prohibido estudiar con Franco, y en el Pepé Today están ocupados en su campaña estrella de recoger firmas contra el Gobierno que tuvieron que suspender pocos días después porque ya no había nada que pedir.