Comienza la actividad económica

La educación, como dice la UNESCO, «es el motor del progreso económico, el desarrollo sostenible y la paz duradera». Por eso, en este nuevo curso, debería tenerse en cuanto lo siguiente:

1.-La enseñanza es un servicio público, y ha de apoyarse en una escuela pública, de calidad y gratuita, desde los cero años. Por eso no entendemos que la Junta de Andalucía haya rechazado 112 millones para creación de guarderías públicas, alegando que Andalucía tiene plazas suficientes (casi todas privadas).

2.- Algún día los comedores serán gratuitos. Mientras tanto, hay que ampliar la cobertura y eliminar las barreras de acceso a las familias más deprimidas. Ahora, no pueden comer quienes no tienen un contrato de trabajo y alta en la seguridad social. ¿Y los que no trabajan? ¿Y los que lo hacen sin contrato? Por esta burocracia, el 34,5% de la infancia en riesgo de pobreza y exclusión social no tienen acceso al comedor, según Educo.

3.-El bullying debe estar regulado en todos los centros, con un protocolo preciso, para que ningún alumno pueda ser sometido a vejaciones y desprecios, con posibles graves secuelas.

4.- La libertad de cátedra y la autonomía de los centros debe estar garantizada. La política no puede meter sus manos en la enseñanza. Admitir el pin parental significaría eliminar todas las garantías de libertad que los centros precisan.

5.- Los alumnos con dificultades de aprendizaje deben contar con apoyo escolar suficiente, para evitar la enorme cantidad de repetidores que tenemos (el 8%), frente a la OCDE (5,6%).

6.-Las Administraciones educativas deben luchar contra el abandono escolar. Uno de cada cuatro jóvenes, de 25 a 34 años, solo tiene estudios básicos, según la OCDE, y los 'ninis' son el 17,8%.

7.-Según el Informe de Educación Mckinsey 2024, España se encuentra en un nivel 'bueno', aunque puede superarse, facilitando la autonomía pedagógica de los centros educativos, propiciando una educación integral que implique a toda la comunidad educativa para atender todas las dimensiones del alumno, y una medición de los resultados.

Como dice César Coll, el niño trabaja si tiene sentido lo que aprende. Por eso, la familia ha de valorar la escuela y a sus profesores; los docentes han de acercarse a los intereses del niño; la educación no puede ser ni punitiva ni permisiva sino exigente y afectuosa, y no se puede adentrar al niño en un modelo de sociedad donde prime el éxito fácil, sino los valores.