Soplando y sorbiendo

Y así se pasó el PP los últimos meses. Han sacado más escaños que nadie, y por eso bailaban todos con camisas blancas, de primera ... comunión, como de uniforme, sin corbata, como Pedro Sánchez, con manos levantadas al cielo como el ministro de deportes. Y así fue hasta que llegó Ayuso, y los cantos de que los vote Txapote se tornaron a presidenta, presidenta, y ella, aparentando rubor y timidez encogió su mentón hacia su hombro, vestido rojo intenso, y dio las gracias con sonrisa cómplice en la que se traslucía un pronto, pronto, que a este me lo tengo ya medio fagocitado. O vas directo o no vas. Y ha soplado hacia la izquierda, con sus cosujas, con sus mentirijillas veniales y sonrisa de cartel, y ha sorbido desde su derecha, con el cabreo de Abascal que ha cantado 'cómo has podido hacerme eso a mí'. En Murcia te espero. Y Murcia caerá también. Y ahora se dice haced en mí lo que yo no he hecho en Extremadura. Y volverá a brillar Txapote e independentismo. Y se sumará Puigdemon a la ecuación de los no patriotas, de quienes se quieren a sí mismos más que a la España nuestra. Y esto será la hecatombe y se fracturará todo y ya nada será igual. Entretenidos estaremos, espero alguna idea nueva, que las otras ya las conocemos, y espero que sigan subiendo los salarios más bajos, que los más altos se los suben ellos solos, y las pensiones y vivienda para todos; en fin, que las promesas se hagan realidad, porque el demonio de existir, existe, igual que los infiernos, aquí entre nosotros mismos.

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