Sindicatos

Detecta uno cada vez mayor división, más encono entre gentes patrias de esta tierra que otrora fue llamada Tierra de conejos. Personas aparentemente tranquilas se ... exaltan cuando a su pensamiento llegan determinados cantos. Tal vez ocurrió siempre, pero ahora lo manifiestan con mayor tirria, con rabia, con una contenida sensación de crispación, puño muy apretado. La palabra sindicato es una de esas. Parece que los sindicatos son ese demonio que con el rabo da latigazos a los intereses de quienes se llaman empresarios, porque esa palabra tampoco ha de ser sinónimo de otra cosa que la de su sentido real, oficio imprescindible para que las cosas funcionen gracias también al trabajo de quienes las hacen funcionar, los empleados, trabajadores por cuenta ajena. Y estos han de ser representados en sus intereses, no como enemigos sino como constructores de una parte de este bien, que es trabajo y reparto de la riqueza que genera.