La ruina del Reúma
Sé que sonará feo y que resultará impopular, pero a mí me gusta el Reúma. Al hotel, me refiero. A su ruina. A ese edificio ... que, desde el Paseo de los Tristes, se ve así como fantasmagórico, inquietante y misterioso. Lo que no sé si me gusta es que se vaya a rehabilitar para convertirse en Centro de Información y Servicios Culturales de la Alhambra. Les tengo manía a ese tipo de Centros de Información y/o Interpretación escritos así, con pomposas mayúsculas. ¡Pero si ya está todo en internet! Le pregunto, amable lector: ¿los visita usted cuando sale por ahí, de viaje? No sé, pero si yo fuera turista en Granada, con todo lo que hay que ver en nuestra ciudad, no me veo perdiendo el tiempo en un sitio así. Aprovecho para hacerme otra pregunta: ¿cómo va lo de ese otro Centro de Información Turística que va a ir en el antiguo Centro Cultural de CajaGranada en Puerta Real? A ese, más que manía, le tengo inquina. Que menudo despropósito. Dicho lo cuál, el PSOE ha denunciado que la Oficina de Turismo del Ayuntamiento lleva medio año cerrada por unas obras que aún no han comenzado. ¿Son sustitutivas o complementarias estas infraestructuras? Y creo que en Niñas Nobles también hay un punto de información turística, en este caso de la provincia. ¿No es un poco demasiado? ¿Sabe alguien cómo va a quedar el mapa de centros de información turística en nuestra ciudad? ¿Organizarán gincanas y darán pasaportes a los turistas para que los sellen en todos ellos al llegar a nuestra ciudad, antes de emprender sus auténticas visitas culturales? ¿Será una forma de prolongar estancias, de fomentar las pernoctaciones? El Hotel Reúma albergaría, además, «servicios culturales» del Patronato de la Alhambra, con zonas expositivas y salas multifuncionales. También me ofrece dudas. Porque la conexión real entre el Reúma y la Alhambra es mínima. Por no decir nula. Y su acceso, francamente complicado. ¿No es bastante con el Centro Municipal de Arte Joven Rey Chico de las inmediaciones? No me extraña que a la Academia de Bellas Artes, todo esto le genere dudas, por decirlo suavemente. Lo mismo hay que conectarlo con la enésima vez que salen a la palestra las míticas obras de Romayla que ayer volvieron a saltar a los titulares y de las que prefiero no volver a hablar.
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