La fragilidad de la memoria
La noche es oscura y alberga horrores. Quienes vimos 'Juego de Tronos' lo sabemos bien. El viernes por la noche tuve insomnio y, como pasa ... tantas veces, mientras comía techo, pensé en cosas chungas. No voluntariamente, conste, que se me venían a la cabeza algunos de los momentos menos edificantes de mi vida, por decirlo suave y elegantemente. ¡Qué cabrona, la memoria, cómo me las tiene guardadas!
Cansado de no pegar ojo, cogí el móvil y empecé a leer las noticias sobre Cerdán, Koldo, Ábalos y la conexión granadina. Me quedo con la parte en que Antonio F.M., uno de los encausados, señaló en el Tribunal Supremo que «no recuerda ni entendía los Whatsapp de Koldo». ¡Qué oportuno! Y qué apropiado… O lo mismo es que un juez del Supremo impone mucho y lo más fácil –en todos los sentidos de la expresión– es quedarse en blanco.
También me mola el subterfugio de no reconocerse a sí mismos en los audios que han utilizado los dos últimos ex secretarios de organización del PSOE. ¿Ven? Esa sí me la creo. ¿A quién no le ha pasado que le graben la voz y después, al darle al 'play', escucharse entre gangoso y gilipollas? En el cole, me refiero. En un trabajo de clase, no porque vayan por ahí grabando sus voces. Efectivamente, no hay quien reconozca la suya. Pero no sé yo si eso va a colar ni si es la mejor estrategia defensiva…
Luego, ya de día y más espabilado, llegó lo del tal Salazar, otro estrecho colaborador de Sánchez que tardó unas horas en pasar de ocupar un puesto de responsabilidad en la nueva, prístina y esplendorosa nueva ejecutiva del PSOE a renunciar al cargo tras haber sido acusado por acoso sexual y abuso de poder. ¡Pero qué les dan! ¡De dónde los sacan! ¡Cómo los eligen! ¿Nacen o se hacen?
Y nos queda el pifostio de la Policía Local de Granada y el carajal de las oposiciones y los ascensos, con PP y PSOE analizando las fechas de las pruebas para ver quién ocupaba el Ayuntamiento en cada momento y poder tirarle la acusación de complacencia con la corrupción al contrario. A ver lo que sale de ahí, pero en ese cuerpo policial vienen pasando cosas raras desde hace demasiado tiempo sin que ningún alcalde, ni alcaldesa, hayan conseguido enjaretar la situación. Al menos, de momento.
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