De centro comercial a polo tecnológico
Jesús Lens
Miércoles, 23 de octubre 2024, 00:53
Hay un tipo de 'periodismo' que me parece fascinante y que tocó techo este verano con lo del supermercado y el ligoteo. Lo que empezó ... siendo una coña marinera acabó poco menos que abriendo los telediarios. Es lo que tienen el verano, la calor y, quizá, la falta de riego.
Desde entonces no hay semana en que algún periódico de los llamados 'serios' deje de incluir sesudos reportajes sobre entornos en los que ligar y encontrar pareja. Si sabes de una prima que conoce a unos muchachos que se conocieron en el gimnasio y terminaron saliendo y confirmas con algún psicólogo o sociólogo que compartir máquina de pesas puede unir mucho, ya tienes tendencia y, con ella, reportaje. «Unidos por el sudor», «Mancuernas de pasión» o «Corriendo juntos» podrían acabar elevados a titular.
Otro día seguimos tirando de este hilo, que me estoy yendo por las ramas y yo, de lo que les quería hablar, es del siguiente titular que abría ayer IDEAL: «El centro comercial de La Zubia se transformará en un polo tecnológico». Me pareció tan fascinante, tan flipante, que estoy loco por trascender lo meramente metafórico, lo simbólico, para elevarlo a tendencia. Algo así como «Granada, del sector servicios al desarrollo científico».
Me tengo que retener para no escribir que la Granada más rabiosamente contemporánea y pujante es la que sustituye las tiendas clónicas, repetidas hasta la saciedad en mil y un centros comerciales, por las empresas tecnológicas más punteras. Un Gran Salto, aunque sin Pequeño Timonel.
Pero hay que ser cautos. No nos vengamos demasiado arriba. A fin de cuentas, en el centro comercial Alhsur, de 69 locales comerciales, sólo hay ocho ocupados. Carlos Casaseca, el CEO de Sea Group que impulsa la iniciativa, es un visionario: después de que abriera el mastodonte nevado de Armilla, el resto de centros comerciales de Granada han ido languideciendo. Algunos, hasta la agonía. Aprovechar el auge de las TIC y concentrarlas en espacios como Alhsur, grandes, diáfanos, bien dotados de diferentes servicios, aparcamiento incluido, es una idea extraordinaria.
Ojalá que salga bien y, en unos meses, podamos escribir, ya sí, con criterio y sensatez, de una nueva tendencia en Granada, sin que sea necesario forzar los límites de lo meramente anecdótico. Como lo de aquellos dos que se conocieron en la cola del cine y, de un día para otro, casi sin darse cuenta; convirtieron ver una película en el nuevo Tinder.
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