El bombero pirómano

Vaya por delante que yo también pienso que es un (incluya aquí el peor de los insultos que suela utilizar, el más ofensivo y zahiriente). Dicho lo cuál, vamos con las especulaciones. La primera es una leyenda urbana que se habría hecho real y que apela a una cuestión meramente laboral y alimenticia: que haya incendios forestales 'obliga' a las administraciones a mantener esos retenes operativos, dando trabajo a la gente de la comarca.

Se me hace bola. No se me ocurre pensar qué mente puede ser tan obtusa como para actuar de esa manera. Había una película de Hollywood interpretada por Robert De Niro que apuntaba en esa dirección. En 'Llamaradas', el pirómano odiaba el fuego y siempre se las ingeniaba para que se devorara a sí mismo y no se extendiera. Eso llevó a pensar al investigador de los bomberos que el culpable era uno de sus compañeros, indignado por la falta de medios. ¿Será nuestro rústico pirómano un cinéfilo empedernido aquejado de una notable empanada mental? Lo mismo le pegó fuego al monte en venganza por haber sido despedido como bombero y 'degradado' a las labores de prevención. Es otra posibilidad y seguro que los responsables de la investigación han estudiado cada hito de su trayectoria profesional hasta el mínimo detalle. La otra teoría es peor aún, si cabe. Con ella entramos directamente en la conspiranoia más conspicua. El pirómano lo sería por encargo y el fuego respondería a oscuros intereses económicos. Esto ya fue muy comentado el año pasado, en aquellos días horribles de fuego y destrucción. Los intereses de los parques eólicos y demás. También me cuesta mucho trabajo creérmelo, la verdad. Y no será por falta de entrenamiento negro-criminal. Entonces me acuerdo de 'La caja 507', de Enrique Urbizu, y la cabeza se me llena de humo y malas ideas. Siempre queda la posibilidad de que estemos hablando de un perturbado, de un enfermo. Vamos a ver qué depara la investigación y qué pasa cuando el detenido pase a disposición judicial, pero en cualquier caso, espero que se le caiga el pelo a todos los implicados.