Jaén Merece Más, en la encrucijada

A la presentación oficial, un mes después, con un elevado número de colectivos integrantes, siguieron dos manifestaciones bastantes numerosas, ese mismo año, reclamando inversiones. Ese músculo le abrió puertas y le invitaron a mesas de reuniones con dirigentes de los partidos con representación en el Parlamento andaluz, ya que la Junta tenía, y tiene, la mayoría de las competencias inversoras, aunque sin olvidar del todo las grandes infraestructuras del Gobierno de España.

El panorama político cambió casi entero entre 2018 y 2019. Relevo histórico en la Junta, cambio de gobierno municipal y moción de censura en Madrid, seguido de una sucesión de elecciones generales y una atomización del arco parlamentario que dio protagonismo, entre otros, a Teruel Existe, representante de la España Vaciada o que pierde población. Dado lo ajustado de los bloques, su único diputado ha sido clave, como otros también, y ha sido mimado por el Gobierno de Sánchez. Eso ha animado a otras plataformas a dar el salto a la política, decidida en septiembre. Aragón Existe, León Ruge, Milana Bonita (Cáceres y Badajoz) y Jaén Merece Más son las que tiene más posibilidades y la web especializada en sondeos políticos Electomanía les da, en una proyección reciente, hasta ocho diputados y puede que la llave de la gobernabilidad de seguir el actual empate. Uno de esos ocho es para la plataforma jienense, catapultada cuando en febrero pasado canalizó la indignación a raíz de la vergonzante forma de resolver el plan Colce. El engañabobos de la ITI y los decepcionantes presupuestos del Estado y la Junta para 2022 han hecho el resto, propiciando además la unión de 13 plataformas de la provincia en lo que es Levanta Jaén.

¿Y ahora qué? Todo indica que en la asamblea del día 22, Merece Más aprobará la doble vía: plataforma ciudadana y opción política. Pero más allá de eso, hay algunas incógnitas. Está la cuestión del nombre. Jaén Merece Más tiene ya una marca reconocible (Electomanía de hecho la usa), pero queda ver si la plataforma lo cede para nombre del partido provincial, si el resto de plataformas provinciales lo acepta – para algunas está demasiado vinculado a la capital – y si la propia plataforma Jaén Merece Más acepta llamarse igual que el partido y si eso produce o no confusiones y disfunciones. También gusta la opción es Levanta Jaén, pero no todos miembros están por la labor de entrar en política.

Queda también por saber si será un partido o una agrupación de electores y cuál será la ligazón con el resto de formaciones de la España Vaciada, pues quieren, si pueden, crear grupo parlamentario propio y a la vez mantener la idiosincrasia e independencia de cada provincia. Y la diversidad entre ellas salta a la vista, también en lo ideológico, al igual que en el seno de Levanta Jaén. Les une la reclamación de inversiones ante las administraciones, pero hay diferencias en el acento. Por ejemplo, a la hora de protestar contra los presupuestos del Gobierno pero no contra los de la Junta, cuando sí lo ha hecho hasta la cúpula de los empresarios.

La admisión a trámite por el juzgado de Madrid de la demanda contra el Ministerio de Defensa por la base logística ha dado nuevos bríos a Jaén Merece Más, que mete presión al Ayuntamiento (PSOE y Cs) para que se persone, y pague, aunque los servicios jurídicos municipales desaconsejaron la vía penal y el consistorio optó por la contencioso-administrativa, en curso. Y en Córdoba, beneficiara de la designación del Colce, gobiernan PP y Cs con el apoyo de Vox, por no hablar del apoyo que recibió de la Junta (PP y Cs), si olvidar que la designación fue del Gobierno (PSOE y UP). Todo un dédalo de aguas pantanosas para los distintos partidos.

La pujanza de las plataformas/partido de la España Vaciada tiene una triple razón de ser: es reflejo de territorios en crisis, es síntoma de hartura de una parte de la ciudadanía con los partidos de gobierno y es resultado de la igualada aritmética parlamentaria. Lo mismo que los partidos nacionalistas periféricos, mientras sean necesarios para la gobernabilidad tendrán protagonismo. Si dejan de serlo, caerán en la irrelevancia y tendrán menos influencia que un simple diputado o senador de un partido en el gobierno, salvo en la capacidad de movilización ciudadana, de ahí la doble vía y el seguir como plataformas.

La eclosión de plataformas resulta saludable para la sociedad, igual que el surgimiento de nuevos partidos lo es para la democracia. Pero, como se ha visto, ni todo lo nuevo es bueno ni todo lo viejo es malo. Ni todos los políticos son corruptos y vagos, ni todos los que no lo son carecen de intereses y de ideología. Lo que pasa es que es más fácil pedir que dar. Y lo que está claro es que nos acercamos a un ciclo electoral (2022-2023) apasionante.