Inestable estabilidad

El Gobierno ha encarrilado la aprobación de los Presupuestos. Y, con ellos, la continuidad de la legislatura durante al menos dos años, salvo que las ... tensiones internas acaben por dinamitar previamente la coalición PSOE-Unidas Podemos. Una hipótesis improbable hoy por hoy ya que tanto el presidente como Pablo Iglesias han demostrado con hechos, de forma nítida y reiterada, que la supervivencia de esa alianza es su prioridad absoluta aun a costa de incurrir en flagrantes contradicciones o en el incumplimiento de sus propias promesas. El apoyo del PNV, EH Bildu y ERC a las Cuentas les convierte en socios estratégicos del Ejecutivo, un hecho excepcional en el caso de estas dos últimas formaciones y que ilustra la ausencia de complejos de los partidos en el poder a la hora de asegurarse una mayoría suficiente. Fiar la estabilidad institucional, una vez aprobados los Presupuestos, a la antigua Batasuna y al independentismo catalán es un juego demasiado peligroso incluso para un presidente tan propenso al riesgo. Esos son sus socios porque así lo ha deseado, no porque no hubiera otras alternativas. Optar por ellos alimenta la confrontación y dificulta el diálogo y eventuales acuerdos, tan necesarios en esta crítica coyuntura, con el PP y Ciudadanos.