El húngaro

Estaba preguntándome si hay que criticar la construcción de un hospital público (algunos lo tienen tan claro que dudo), cuando me surgió el pasatiempo de ... elegir un mal u otro. Cosas que pasan a los demás. El cerebro, entre dos males, elige el menos malo. Parece fácil. Estoy pensando en Rafael Amargo detenido por organización criminal y tráfico de drogas (metanfetaminas) y en el eurodiputado húngaro József Szaájer, del partido de Orban, pillado en una orgía con mayoría de hombres. Un tipo conservador que participó en la redacción de la nueva Constitución («debe protegerse la institución del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer»). Pero él está casado con una mujer y no quiere casarse con un hombre, sólo yacer, no veo incoherencia en su orgía homosexual. ¿Qué preferiría? ¿Que me pillaran por narco como a Amargo o en la orgía en tiempos de virus? Me parece peor lo que hacen en público. Amargo es el James Rhodes del baile.