Hace unos días escuché una noticia radiofónica, relacionada con una cuestión que me preocupa y me apasiona, la ociosidad de las aguas del embalse de ... Rules. La noticia comunicaba la decisión de la Unión Europea de destinar un fondo muy notable para restaurar los daños que la pandemia del corona virus está ocasionando a las economías de los países que la integran. España recibiría hasta 140.000 millones de euros para inversiones rentables y sostenibles a largo plazo. Enseguida se me vinieron a la cabeza las conducciones para las aguas reguladas por el embalse de Rules, que llevan más de tres lustros disfrutando de descanso, en su fatigoso camino hasta el Mediterráneo desde las cumbres de Sierra Nevada, para reanudar su incesante vida cíclica y beneficio de los hombres que las ven y calmar la sed de nuestras tierras costeras.
Desafortunadamente, a estas aguas ociosas no se les puede aplicar aún el verso del poeta y dramaturgo universal García Lorca cuando decía: «Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo», es decir a dar provecho.
Bastan algunos datos para que se comprendan el despilfarro económico y el gravísimo escarnio para tantas personas, que suponen tener ociosas las aguas de Rules, un embalse que completó hace tres lustros la regulación de los caudales del río Guadalfeo, iniciada en 1977 con el de Béznar, situada en el río Izbor, principal afluente de aquel por su margen derecha, unos centenares de metros aguas arriba del lugar donde prestó servicio hace ya muchos años una estación del transporte aéreo de mercancías desde el puerto de Motril hasta Dúrcal, debido a la carencia esencial a este efecto de una línea ferroviaria, que enlazara la vega de Granada con Motril y su puerto, pues como me gusta decir un puerto comercial sin ferrocarril es como un jardín sin flores. No obstante, este tema está hoy en una buena vía, nunca mejor dicho, gracias al tesón y entusiasmo que está empleando el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Motril para resolverlo; al difundir el resultado favorable de un estudio encargado por su antecesor en el cargo, Sr. Álvarez de la Chica, puesto que se demuestra la viabilidad técnica y económica de la citada conexión ferroviaria. Felicito a ambos por su diligencia.
Volvamos pues a las conducciones y el despilfarro económico que su ausencia está suponiendo. El coste de liquidación de la presa de Rules, recibida en el año 2005 por la Administración Central del Estado, cuando ya empezaba el primer llenado del embalse, se elevó a 235 millones de euros, sin considerar el coste de las expropiaciones de la obra y las de las tierras que se anegarían: no parece pues exagerada la calificación dada a la situación de estas aguas pendientes de uso. El destino posible y previsto de estas aguas sería el regadío de 10.000 hectáreas pertenecientes a los 16 municipios beneficiarios, desde Almuñécar a poniente, Vélez Benaudalla al norte y Albuñol a levante, donde viven algo más de 140.000 habitantes de derecho. La producción anual de estos regadíos (frutos subtropicales y hortalizas de 'primor') triplicaría el coste de las conducciones que la Administración Central del Estado, aún ni siquiera ha proyectado.
Estos nuevos cultivos demandarían 10.000 puestos de trabajo fijos, además de varios centenares de fijos discontinuos para una comercialización moderna, de forma que la producción hortofrutícola, saliera desde las lonjas costeras hasta los mercados nacionales (Granada, Sevilla, Barcelona o Bilbao) e internacionales (París. Roma, Berlín o Londres). Creo que están justificados los calificativos dados al situación de estas aguas y tierras ociosas.
Qué hermosa tarea la descrita, para que se dedicaran a lograrla con eficacia. empeño y diligencia los 24 parlamentarios que tiene la provincia de Granada (siete en el Congreso de los Diputados, cuatro en el Senado y trece en el Parlamento de Andalucía); eso sí distribuyéndose el trabajo.
Los de carácter nacional deben exigir, independientemente del partido donde militen, en Madrid, donde radica un ministerio de nombre tan ostentoso 'para la Transición Ecológica y Desarrollo Sostenible', que en relación con las conducciones se está mostrando absolutamente ineficaz, pues tras los tres lustros referidos únicamente cuenta con un proyecto básico, que no sirve para contratar las obras, ya que carece de pliego de condiciones y cuadro de costes.
Los parlamentarios andaluces deberían hacerlo ante la Junta de Andalucía, por ser responsable de la situación creada, al incumplir el convenio firmado con el Ministerio de Medio Ambiente, en mayo de 2005, por el que se comprometía a redactar una serie de proyectos que el ministerio financiaría y contrataría, entre ellos el de las conducciones derivadas de la presa de Rules. En el marco de este convenio se ha construido un tramo de 1.400 m. de longitud, cuando la longitud de las conducciones es del orden de 60 Kms. No obstante, en una modificación del convenio que se comenta firmada en 2012 se eliminaron las conducciones de Rules. Como no cabe tanta ignorancia en los firmantes, un ministro del Gobierno de España y un consejero de la Junta de Andalucía, sólo encuentro una reprobable incompetencia que no es rara encontrar, desgraciadamente en algunos cargos públicos. El ministro, quizá, no quería seguir invirtiendo en una cuenca transferida a la Junta en 2004 y al consejero le faltó valor para negarse firmar el convenio modificado. Hace pocos días se ha anunciado un concurso para la redacción del proyecto de construcción de un tramo de los diez en que se han desglosado las conducciones. De esta manera, las aguas de Rules pasarán otros varios lustros más descansando. La Administración tiene obligación y fórmulas legales para actuar sin tanta dilación.
Los ciudadanos granadinos de la Costa y del resto de la provincia merecen que sea ya la hora de acabar con tanta desidia y terminar de una vez, no con diez expedientes que pueden alejar casi sine die el lógico deseo de unas aguas de ser útiles.
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