'Gamificación'

El caso es que el origen del nuevo término parece ser una palabra anglosajona: 'game'. Y es que los impulsores de la nueva metodología han hallado en este concepto una nueva vía para hacer más fácil el aprendizaje. Hay que reconocer que la práctica de los juegos –en especial desde la aparición de los videojuegos- ha aportado nuevos datos sobre los estímulos que mueven al alumnado a aprender. Así que, en principio, todo esfuerzo por renovar las metodologías tradicionales en educación me parece loable. Como plausible es que el Centro del Profesorado de Almería haya abierto un espacio a este novedoso sistema. De modo que deseo el mayor éxito a todos los implicados.

Dicho todo lo cual, tal vez conviene reflexionar un poco sobre lo que es la base de todo: el maestro. Y es que un buen maestro es capaz de incorporar a su práctica docente cualquier elemento novedoso que se registre en la sociedad a la que sirve. Sin necesidad de aplicar nuevos nombres, que pueden ser oportunos pero no imprescindibles. Porque lo que importa es la motivación del alumnado. Siempre me he preguntado por qué las personas más en edad de aprender –me refiero a la población infantil- tienen su atención puesta en áreas lejanas a la escuela. Y no es que los demás no necesitemos aprender. De hecho, nos tiramos toda la vida en ese ejercicio.

Pero lo natural en la etapa infantil es el deseo por adquirir nuevos conocimientos. La mera observación de los niños fuera del marco escolar lo confirma. Por tanto, si pierden ese interés es porque lo que se les ofrece no tiene para ellos el atractivo suficiente. Ciñéndonos concretamente a la escuela, los chavales llegan a ella con avidez de aumentar sus conocimientos. Y la respuesta que les da la sociedad puede no ser la adecuada. En términos generales, hablo. Para empezar, estando en una edad más propicia que otras para el juego al aire libre, se los confina en espacios limitados. Aunque la verdad es que, últimamente, lo que más les va a los muchachos es concentrarse en la pantalla del móvil. Lo veo cada vez que viajo en el autobús por la mañana. En ese espacio tan cerrado, cada cual se aplica a la pantallita como si fuera lo único que mereciera su atención. Lo que yo recuerdo de mi larga vida de estudiante es que siempre acudía al centro de estudios con el pensamiento puesto en la materia que iba a tratar cuando llegara. En este punto, lo que resuena en mi mente es aquella sentencia: 'si no puedes vencer al enemigo, únete a él'. Planteamiento bastante cínico pero eficaz salvavidas.

¿Será esto lo que late en la mente de quienes han empezado a divulgar las teorías de la 'gamificación'? Pudiera ser. En cualquier caso, les deseo todo lo mejor. En beneficio de la sociedad del futuro.