Falsa polémica y regionalismo

Me parece muy bien que haya personas que reivindiquen la vestimenta costumbrista como los amigos de la capa, pero tratar de imponer un uso de una prenda de vestido como símbolo de identidad cultural frente al colonialismo sevillano es otra cosa.

Es cierto que la Sección Femenina de Falange desde los años cuarenta del pasado siglo, reivindico la recuperación de los aspectos identitarios de las fórmulas culturales externas que identificaban a los distintos territorios de España, como la música, los cantos, los bailes y los vestidos, evitando con ello la irrupción de aspectos culturales mas profundos como podían ser la lengua o el derecho consuetudinario; se reconocía así la identidades locales dentro de la obligatoria necesidad de la unidad de España. El texto publicado por José Antonio Primo de Ribera en el nº 2 de FE en 1934 con el título de «La Gaita y la Lira» es clarificador.

Desde que tengo uso de razón y desde mi identidad almeriense, acrisolada desde mi nacimiento, he podido comprobar el uso del traje de gitana en las ferias y fiestas almerienses y de una forma más evidente a partir de los años sesenta de mil novecientos. Es claro que era un vestido de las clases sociales mas elevadas, los ciudadanos normales no podían permitírselo, pero estos últimos tampoco se revestían con la ropa decimonónica de las gentes de la vega. En aquella época Sevilla estaba lejísimos y la centralidad política era Madrid, es decir, la influencia sevillana era desconocida. Las mujeres que podían, asistían a los toros ataviadas con el traje de gitana, mantón de manila y flor en el pelo y de esa guisa iban a la Feria. Conforme se avanzaba económicamente se popularizó este vestido que adquiría cierta identidad propia al ser confeccionados por modistas almerienses, los exhibidos por las mujeres de la Corporación Municipal son de creadores almerienses.

Otra cosa es el colonialismo cultural sevillano a que ha sido sometido el conjunto de Andalucía y que ha desvirtuando las fórmulas tradicionales de vivir las fiestas en Almería, como ha ocurrido con determinados aspectos de la Feria o de la Semana Santa. La llegada del Partido Andalucista, supuso un primer intento de trasposición cultural, pero cuando adquiere su verdadera dimensión, como proceso de homogeneización cultural de Andalucía, es cuando el PSOE le arrebata la bandera del andalucismo al Partido Andalucista y ya se sabe lo que pasa con los nuevos conversos, si además tienen una concepción totalitaria del poder, su objetivo es homogeneizar conforme a un modelo cultural controlado y manipulando hasta el lenguaje. Para ello se utilizan los medios públicos de comunicación y la propaganda como ha ocurrido en estos últimos cuarenta años.

Mezclar el uso del traje de gitana, que no de sevillana, identificándolo con el colonialismo cultural ejercido por el PSOE es confundir los términos y generar con ello un falso debate.