El 'sampedro' de la paracaidista
Carmen Calvo ha desplazado a Elvirá Ramón, que irá tras Entrena en la pelea de poltronas para el Senado
Esteban de las Heras Balbás
Sábado, 10 de junio 2023, 23:08
En la comarca donde nací se le llamaba 'hacer sampedro' al cambio de pastores de los rebaños de ovejas. Por entonces los contratos se hacían ... con un apretón de manos. Los labradores que, además de las fanegas de tierra, eran dueños de ganado lanar daban por hecho que la mudanza se hacía el día de San Pedro, patrono de pastores y ganaderos. Muy de mañana, carros cargados con un escaso ajuar de somieres, sillas de enea, jergones, lebrillos, trébedes, palanganas, hatillos de ropa y otros trebejos se alejaban de las casas que habían sido su hogar. Aquel pobre desfile se llevaba también a quienes habían sido nuestros compañeros de pupitre. Por la tarde, llegaban otros carros con niños de mirada inquieta y enseres similares a los que se perdieron en la lejanía de la mañana. Sánchez ha rescatado aquella tradición ovina, que hunde sus raíces en la normativa del Honrado Concejo de la Mesta del siglo XIII, y ha empezado a poner nuevos mayorales –y 'mayoralas'– en las cabeceras de lista de su partido para esas elecciones que por su santo capricho se van a celebrar el día de Santa Brígida, patrona de Europa y de las viudas. No es cuestión ahora de volver a recordar que más de uno votará con el salitre todavía en las pestañas y los hombros empapados de crema solar.
Estábamos en lo del pastoreo y los rabadanes, tal cual, año tras año, siglo tras siglo, venía ocurriendo desde mucho antes de que Garcilaso de la Vega nos cantara «el dulce lamentar de dos pastores, / Salicio juntamente y Nemoroso». Antes, incluso, de que Jacob y Raquel apacentaran las ovejas de Labán. Siempre ha habido un rebaño sumiso y un mayoral obediente ante el libre albedrío de los amos. Ahora, por la cosa de la igualdad, en todos los partidos hay tantos rabadanes como rabadanas. Pues bien, el señor Sánchez les ha hecho su primer 'sampedro' a los socialistas de Granada y les ha enviado como pastora a Carmen Calvo, la egabrense que ha transitado por muchas rastrojeras de la política y que en sus días de gloria descubrió, sin despeinarse, que el dinero público no es de nadie. Una confesión que llevó a más de uno a llevarse las manos a la cabeza por asombro y a la cartera por precaución. No sé si domina el inglés, algo que los forofos de Sánchez tienen en gran aprecio. Sepa o no sepa la lengua de Shakespeare, ya ha hecho su 'sampedro' por adelantado. Antes de seguir aclaremos que, con los nuevos tiempos, pastores y pastoras ahora se llaman paracaidistas. Bien entendido que la 'paraca' designada por Sánchez para encabezar la candidatura socialista por Granada nada tiene que ver con la que bajó de los cielos con la bandera de España en el acto central del Día de las Fuerzas Armadas celebrado en nuestra ciudad, aunque ambas se llamen Carmen.
La paguilla del Estado ha sido de toda la vida el secreto deseo de 'to quisque'. Ahí está el detalle. En este tiempo nuevo de urnas recalentadas, cuando hay menos que repartir, quienes llevan tanto tiempo disfrutando de la bicoca esperan anhelantes que el jefe les designe cabeza de lista para no desfallecer a causa de los nervios. Calvo ha desplazado a Elvira Ramón, que irá tras Pepe Entrena en la pelea de poltronas para el Senado. No creo que el de Carmen Calvo sea el único 'sampedro', porque en Granada abunda el silencio de los corderos. Pero si no hay más candidatos cuneros, siempre nos quedará Maracena y las turbias andanzas de los presuntos implicados en el secuestro de la concejala Vanessa. Van a dar mucho que hablar.
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