La historia de Granada es la narrativa de un acontecer aciago. Fuimos perdiendo importancia militar, académica, industrial, cultural y social, y nuestras carencias siempre fueron ... muchas. En la última etapa, como en otras muchas, Granada quedó muy lejos del poder, y recibió poco. El Estatuto de Autonomía reconoce que la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se ubicará en Granada, y ni eso se ha respetado, pues éste se comparte con Málaga y Sevilla.
El ansia centralizadora cada día es más grande: el Parque de las Ciencias y la Escuela de Salud Pública pierden autonomía, y se pretende eliminar el Centro de Documentación Musical. Además, durante años, las diferentes administraciones han dejado olvidada la presa de Rules, han permitido un AVE incompleto y un aeropuerto con pocos vuelos. Granada, capital cultural de Andalucía, ha sido sustituida por Málaga.
Pero hay que mirar hacia adelante. Lo que hace veinte años fue una idea brillante de un grupo de empresarios y del entonces alcalde de Escúzar, Antonio Dionisio López, se está convirtiendo en una esperanzadora realidad. Según el magnífico reportaje de Mercedes Navarrete, en IDEAL, hace unas semanas comenzaron las obras de los primeros edificios auxiliares del acelerador de partículas, del proyecto internacional Ifmif-Dones, el proyecto científico y tecnológico más importante de España, para el que el Ayuntamiento de Escúzar puso a su disposición 100.000 metros cuadrados. Pronto se iniciará, también, la obra del Centro de Investigación de Materiales de la UGR, asociada al proyecto.
Junto a este proyecto tan importante para nuestra provincia, y al calor del mismo, comienzan a construirse otras muchas industrias: la plataforma logística de la cadena Lidl, con más de 65.000 metros cuadrados, que terminará a mediados de 2023; para la misma fecha finalizará la obra de los Laboratorios Rovi, con su planta de heparinas (40.000 metros); la empresa murciana Hispavima en colaboración con el fondo de inversión británico Roebuck Asset Management, que construye para alquilar, posiblemente a Amazon (estará finalizada antes de un mes); la cuarta parcela en obras es un centro franquiciado de la multinacional francesa BigMat, de productos de construcción (10.000). Además, hay otras muchas empresas que pronto iniciarán su construcción: LanjaTrans; Valsán; Motocoche; Harrison; Azeta…
El pasado 6 de octubre, más de 200 invitados homenajearon a Antonio Arrabal, actual alcalde de Escúzar, por «su visión de progreso». Al acto, al que asistieron el presidente de la Diputación y numerosos empresarios granadinos, sirvió también para presentar la nueva identidad corporativa del Parque, que a partir de ahora pasará a llamarse Ciudad Industrial Tecnológica y Área de Innovación (Citai). En el acto intervino, el catedrático de Economía de nuestra Universidad Santiago Carbó, y cerró el acto, Carlos Infanzón, presidente del nuevo Citai.
Como nadie habló de Antonio Dionisio, y él ya no puede hacerlo porque falleció, quisiera poner de manifiesto la importancia que para la gestación de este parque tuvieron él y un grupo de empresarios. Él, que dedicó 16 años al servicio de su pueblo, desinteresadamente, volcó todo su esfuerzo en este parque. Antonio era un hombre íntegro, bueno y honrado, y cuantas maledicencias se dijeron sobre él, algunas de sus propios correligionarios, derivaban de su integridad y de que nadie pudo torcerle el brazo en defensa de la justicia y de la verdad.
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