Encuestas raras y sondeos extraños

Más allá de flipar con lo de Huelva, donde el PP triplicaría sus cifras, es sintomático lo de Granada, donde podría duplicar los concejales conseguidos en 2019. No parece que el paso de Luis Salvador y José Antonio Huertas de Ciudadanos a la órbita socialista vaya a rendir votos, por mucho que el exalcalde se declare progresista centrado con Juan Espadas en su nueva caída del caballo, camino de quién sabe dónde.

Resultan llamativos los vaticinios de Centra. A la vez que pronostica un vuelco total en la plaza del Carmen, refrenda la satisfacción de la ciudadanía con el gobierno de Cuenca: un 49% de los encuestados consideran que la gestión está entre bien y muy bien. Solo un 22,3% la califica de mala y un exiguo 6,4% piensa que es muy mala. De hecho, cerca del 70% de los encuestados piensa que la situación de Granada es buena o muy buena.

Me cuesta trabajo interpretar datos aparentemente contradictorios. Lo lógico sería que, si una gran mayoría está satisfecha, votara por el continuismo. Sin embargo, el PP roza la mayoría absoluta y, más que de un cambio, hablamos de un vuelco en la intención de voto.

En los próximos meses, el PSOE venderá las bondades de su gestión y su modelo de ciudad moderna, abierta a los nuevos vientos de la ciencia y la tecnología. El PP, por su parte, se centrará en la incapacidad de Cuenca para conseguir cambios reales, en su falta de peso político y en las oportunidades perdidas, de la no concesión de Aesia a la estación del tren y el déficit en las comunicaciones.

Ambas son estrategias válidas y con sentido. Mi duda es cómo tratarán de meter en el debate granadino temas como las amistades peligrosas de unos y otros, de separatistas y filoetarras a la extrema derecha. No olvidemos que ERC y Bildu no concurren a las municipales en nuestra tierra. Vox, sí. Y Podemos, claro, con su empanada mental en la que confunde gobierno, oposición y activismo. ¡Se vienen curvas!