El elefante en la habitación socialista

Por estatutos ha sido el último congreso de un emocionado y reelegido Reyes, al que se le quebró la voz nada más recibir el primer aplauso, síntoma de lo vivido en los últimos meses o del temor al congreso escindido que pudo ser. Un Reyes agradecido a Manuel Lozano, alcalde de Marmolejo y líder de los renovadores, después de que renunciara a «sus legítimas aspiraciones» de liderar el partido, y agradecido a la comisión de alcaldes que propició el acuerdo. Un Reyes necesariamente resultadista cuando dijo que han ganado todas las elecciones del cuatrienio y, las últimas dos, con el mayor porcentaje del país. Y un Reyes reconfortado y arropado por miembros de las ejecutivas federal y regional, por Espadas y por la ministra de Educación, Pilar Alegría, 'Pili' para su amigo Reyes, que hizo de él la mejor semblanza posible y la que más necesitaba.

El viento les sopla fuerte y de frente, sobre todo en Andalucía y es tiempo de arroparse y de juntarse, al menos hasta que pasen las autonómicas, que por las prisas en las primarias del vicepresidente Juan Marín no parecen muy lejanas. «¡No hacen falta plataformas, el PSOE es la plataforma. Claro que existe Jaén!», cerró Espadas, el candidato a la presidencia de la Junta, en referencia a la proliferación de plataformas ciudadanas-partidos. Y habló de «no rehuir ningún debate», incluido el reclamar al Gobierno de España más inversiones. Ahora hace falta que le oigan.

Discurso aplaudido también el de la presidenta de la mesa, Toni Olivares, alcaldesa plenipotenciaria de Úbeda: un partido, dijo, de «experiencia, esperanza, futuro, lealtad, concordia y, sobre todo, unidad» como sinónimo de fortaleza, de ese 'estilo Jaén' del que presumen los socialistas de la provincia pero que vivirá en el alambre hasta que hagan la transición, dentro de uno, dos o cuatro años. En este sentido, Olivares dejó una frase enigmática, aplaudida también, aunque lo mismo no por todos los presentes: «¡Aquí no estamos de paso, estamos para forjar las bases de los próximos cuatro años!».

Una vez conocida la continuidad de Reyes, la incógnita era la nómina de la nueva ejecutiva provincial. Para los fieles al secretario general, una lista «integradora» en un ambiente «integrado». Para la otra parte contratante, «una derrota sin paliativos». Y es que los puestos de mayor responsabilidad los copan los primeros: Jacinto Viedma, Micaela Navarro, Paqui Medina, Toni Olivares, Manuel Fernández o la reconvertida Isabel Uceda, número 4 en el escalafón como secretaria de Política Municipal. Bastante más abajo han quedado las alcaldesas de La Carolina y Baeza, Yolanda Reche y Lola Marín, sin contar con el nuevo número dos, Manuel Lozano, como se pactó a finales de octubre, a la espera de conocer cuál será su cometido exacto y su papel en esta ejecutiva que necesariamente será de transición hacia lo que tenga que venir después de Paco Reyes, el socialista jienense que ha marcado un cuarto de siglo, y lo que le quede, desde que en 1996 fuera elegido secretario de Organización con Zarrías.

En esa transición queda fortalecido y debilitado a la vez el alcalde de Marmolejo. Lo primero, por conseguir un liderazgo natural entre una parte importante del partido y por su gesto de lealtad al mismo y de renuncia en aras a la unidad. Un gesto que en cambio para otros fue de rendición al no plantar batalla cuando piensan que tenían opciones de victoria.

El tiempo dirá si la renuncia en política se premia o se castiga. El PSOE jienense ha logrado salir sin divisiones del congreso de la apelación constante a la unidad. Ahora falta saber si también lo ha hecho unido.